El alto nivel de agua en los embalses ya garantiza la campaña de riego
▶ Están a casi el 80% de su capacidad, muy por encima de la media del último decenio
Copiosas nevadas, deshielo paulatino y carrusel de borrascas que siguen descargando. El año no podía haber comenzado mejor para los embalses de Castilla y León, que han visto cómo la generosidad de precipitaciones de enero y el arranque de febrero ha saciado con creces la «sed» en sus vasos. Tanto, que a más de dos meses de que en abril comience la campaña de riego –el principal consumidor– se puede asegurar ya que está garantizado el agua para la irrigación de los cultivos. Y aún con buena parte del invierno por delante y a falta de que llegue la primavera y cumpla con su carta de presentación como estación de lluvias.
«Son buenas noticias», reconocen desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que este año no tendrá que ajustar más que al mililitro las concesiones de líquido a los regantes para proporcionar hidratación que haga prosperar sus cultivos como en años de sequía, en los que cada gota cuenta.
Ya al comenzar en octubre el año hidrológico la situación «era mejor» que la media del último decenio. Eso, unido a las contribuciones en forma de agua del otoño e invierno permite avanzar que «la campaña a de riego está garantizada» así como otros usos que en años de escasez no tan lejanos se han visto comprometidos, como el consumo de agua potable y en algunas industrias que «beben» directamente de los embalses.
Con 2.292,7 hectómetros cúbicos de agua en el conjunto de los 18 embalses que gestiona la CHD, están en global al 79,7 por ciento de su capacidad (2.877,5). En un nivel ligeramente inferior a como se encontraban hace doce meses (2.327,5), pero muy por encima del promedio de los últimos diez años, pues lo habitual era arrancar el ejercicio con algo más de la mitad de las reservas posibles (en torno al 60 por ciento). En cifras absolutas, unos 546,8 hectómetros cúbicos de agua más. Casi tanto como haber llenado los cinco embalses de Palencia (Camporredondo, Compuerto, Cervera, La Requejada y Aguilar) y los dos de Segovia (Linares del Arroyo y El Pontón Alto).
Y hay reservas
Llegaban de cerrar campaña de riego y año hidrológico 2019-2020 en buenas condiciones, pero desde octubre han sumado cerca de 960 hectómetros cúbicos de líquido. Y pueden mejorar su situación. «El porcentaje a lo largo de la primavera va a seguir subiendo» por las lluvias y también por el deshielo de las reservas de nieve que aún quedan y los mantos blancos que aún se puedan extender, apunta Alejandro Barriuso,