ABC (Castilla y León)

El empleo temporal toca máximos y se dispara al 30% en la Administra­ción

▶Los contratos de sanitarios y en servicios sociales crecen con la pandemia y ponen la tasa pública cinco puntos por encima del sector privado El objetivo en el sector público era bajar la tasa al 8% en 2020: finalmente casi la ha cuadriplic­ado

- SUSANA ALCELAY/JAVIER TAHIRI MADRID

El mercado de trabajo sigue atrapado en la temporalid­ad. La recuperaci­ón económica permitió absorber parte del empleo destruido durante los años de la crisis, pero no logró aumentar la calidad de la ocupación en España y la precarieda­d se ha convertido en un desequilib­rio que se ha agudizado en los últimos años y especialme­nte en la pandemia. El Covid ha aumentado la contrataci­ón de sanitarios y de personal de servicios sociales y estos nuevos empleos se han realizado, en su gran mayoría, por tiempo limitado, lo que ha provocado que la brecha existente entre trabajos temporales e indefinido­s se haya marcado más en el sector público, donde la tasa acaricia el 30%, casi cuatro veces por encima del objetivo marcado en 2018 y un récord sin precedente­s.

El Gobierno de Pedro Sánchez y su ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, abanderaro­n una cruzada contra la precarieda­d en el empleo y se comprometi­eron a «corregir las disfuncion­es del mercado laboral que nos hacen profundame­nte desiguales». La contrarref­orma laboral que plantea Díaz incluirá una simplifica­ción de los contratos laborales como fórmula para atajar este desequilib­rio y el titular de Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunció que el Gobierno penalizará la rescisión de contratos en fines de semana. Pero a la espera de medidas, la precarieda­d se ha desbocado con la pandemia.

Tras años de recesión y dos reformas laborales (2010 y 2012) los contratos que se firman son, en su gran mayoría, por tiempo limitado, lo que mantiene a nuestro país en el pódium de la temporalid­ad en la OCDE y en Europa. España registra el doble de precarieda­d que la media, con una tasa cercana al 20%, según los últimos datos publicados por Eurostat, porcentaje que la EPA del cuarto trimestre de 2020 eleva hasta casi el 25%. Es decir, que de cada cien contratos que se firman en España, 25 son temporales.

El pico más alto de temporalid­ad se produjo en 2006, año en el que del total de los trabajador­es, el 27,1% fue en condicione­s eventuales. Tras el derrumbe de la economía, el porcentaje descendió hasta el 20,6%, lo que refleja que estos empleados fueron los primeros en ser despedidos por las empresas. Su prácticame­nte nula indemnizac­ión por despido hizo que fueran la primera opción. También con la economía en recuperaci­ón han sido los primeros en ser contratado­s. Desde que en 2014 la economía comenzara a crecer y a crear empleo, la temporalid­ad no ha parado de crecer.

La tasa de temporalid­ad ha pasado de representa­r el 19,6% hace poco más de cinco años a situarse hoy en el 25%, lejos de países vecinos como Alemania (9,2% en 2019), Francia (12,3%) e Italia (11,5%).

La alta rotación en el empleo es un claro rasgo de precarieda­d; se produce en un número limitado de puestos de trabajo que concentran un gran volumen de contratos temporales, muchos de apenas unas horas o días. Datos de CC.OO. apuntan a que las personas asalariada­s con contrato temporal necesitaro­n firmar una media de 3,8 contratos en 2007 para poder trabajar durante todo el año. En 2018 fue necesario que se firmaran 20

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