Al general Galindo
Tuve la suerte y el honor de estar cinco años a las órdenes del general Galindo, en el famoso acuartelamiento de Intxaurrondo. Fue un gran profesional, dedicado al cien por cien a la lucha contra ETA; de ahí una gran verdad en el título de su libro ‘Mi vida contra ETA’.
Sacrificó su vida, la de su esposa María Fernanda y la de sus hijos, y se encerró en Intxaurrondo durante muchos años con el único propósito de acabar con esta banda asesina.
Sin duda, fue el cerebro de la Guardia Civil en la lucha contra ETA en aquellos tiempos. Me sorprendió su gran capacidad de reacción y su sangre fría entre otras grandes cualidades. Hay que recordar que siendo comandante estuvo al mando de la 513 Comandancia de Guipúzcoa, la única comandancia en España que no era dirigida por un teniente coronel.
Le debemos la detención de cientos de comandos y el haber evitado muchísimas muertes más de las que hubo y, sin duda, el fin de ETA.
D.E.P. mi general, don Enrique Rodríguez Galindo. Muchas gracias por todo, y ¡siempre a sus ordenes! muchos años que el Estado, y los gobiernos de PSOE y PP claudicaron con cesiones que se han ido agrandando con el tiempo. Hoy apenas queda margen de actuación posible. Haya o no declaraciones unilaterales de independencia, el constitucionalismo en Cataluña queda derruido y los separatistas seguirán adelante con su chantaje al resto de los españoles. Y ahora, legitimados además por el Gobierno de la nación. Porque el PSC no es constitucionalista... y les faltará tiempo a Sánchez y a Illa para seguir cediendo.