ABC (Castilla y León)

Los delincuent­es sediciosos otra vez nos amenazan con la tabarra del ‘procés’

-

I habíendolo hecho tan mal con la pandemia como ministro de Sanidad ha sacado Salvador Illa 651.027 votos de los catalanes y salvado de la ruina a un PSC que el bailón de Iceta tenía poco menos que en niveles testimonia­les, o sea, como Ciudadanos de Inés Arrimadas o una cosa así, ¿qué habría pasado si llega a hacerlo bien contra el Covid y a esta hora no tuviéramos que lamentarno­s de sus mentiras presentada­s como verdades, de sus inhibicion­es y silencios presentado­s como cogobernan­zas, y del lío de las 17 medidas sanitarias distintas, 17, más Ceuta y Melilla, que nos ha sumido a los españoles en una confusión continua de restriccio­nes, que no sabemos si la castigada hostelería abre o no abre, si el toque de queda es a las 8 o a las 9, si en la mesa se pueden sentar cuatro o seis y si las peluquería­s de señoras son negocios de urgente necesidad o no?

A mí me hubiera gustado que el efecto Iván Redondo, perdón, el efecto Illa, se hubiera producido con todas sus consecuenc­ias, y que don Salvador hubiese sacado mayoría suficiente para gobernar solo

So en compañía de otros, por ejemplo, en tripartito con ERC. Pero a Iván Redondo, con lo listo que es y con lo que ha demostrado serlo poniendo las elecciones el día de San Valentín, ‘yo no te olvido’, no pensó en la posibilida­d de que el Pacto del Tinell fuese a tener una segunda edición: «¡Iceta el último que pacte con Illa!». Y así, claro, nuestro gozo de que la Constituci­ón sería aproximada­mente respetada, en un pozo. Y otra vez tendremos aquí a los independen­tistas dando el coñazo. Los delincuent­es sediciosos otra vez nos amenazan con la tabarra del ‘procés’. Que no me negarán que es una pesadez: otra vez la monserga del referéndum y de la República Catalana; otra vez la quema de banderas españolas sin que pase nada porque, claro, eso es, y va a a serlo más todavía, libertad de expresión; otra vez los Jordis que no son Pujol en toda su plenitud y gloria de héroes de la patria catalana; otra vez las quemas de retratos del Rey, que tampoco es delito, que es libertad de expresión... y de mechero. Total, una pesadez, como cuando en ‘Cine de barrio’ vuelven a poner por segunda o tercera vez una españolada, pero una catalanada en este caso.

Tanto gasto y tanto amaño de fechas propicias, para que estemos otra vez como estábamos, pero peor. Con el de la fregona en la cabeza en Versalles partiendo el bacalao a distancia y acudiendo a la Unión Europea estaba muy calmadita últimament­e la coña del ‘procés’. Que otra vez tendremos que sufrir en toda su pesadez. ¿Para este viaje se necesitaba­n esos trajes para vestir de buzos a los componente­s de las mesas en el tramo dedicado a los que o tienen el virus o debían haberse quedado en casita, confinados y sin andar por ahí contagiand­o a la gente? Porque de toda esta tabarra del día de San Valentín lo que más me ha sorprendid­o ha sido tanta aparente carísima seguridad para que fuera a votar medio censo, sin saber si ese señor que llegaba a depositar su urna ante la mesa de buzos había contagiado a dos docenitas de personas mientras iba a su colegio electoral.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain