La CE se convertirá en un gigante de la deuda con los fondos de recuperación

▶ El objetivo, recaudar 750.000 millones para estímulos que ayuden a superar la crisis generada por el Covid

ra» de las empresas. Consultados concretamente sobre si Economía podría plantear transferencias directas como en Francia, en la vicepresidencia tercera insisten de nuevo en que comunicarán el plan cuando esté listo. Y añaden: «Hay opciones que hay que valorar su utilidad real para mantener la viabilidad de los negocios y el empleo».

Sánchez llega tarde

Fuentes empresariales apuntan a que, de todas maneras, ya se llega tarde a socorrer a las compañías que más problemas están sufriendo. El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, señaló hace apenas unos días que el 40% de las empresas tienen dificultades para hacer frente a sus gastos financieros; y el pasado agosto el supervisor ya alertaba de que una cuarta parte de las compañías en nuestro país estaban en quiebra técnica, esto es, en situación de disolución a causa de la pandemia.

Los empresarios denuncian que las ayudas puestas en marcha están muy lejos de las aprobadas por los países de nuestro entorno. Según un reciente informe del Banco Central Europeo (BCE), España es el país de la Eurozona que menos gastó en estímulos fiscales para hacer frente a la crisis: el 1,3% del PIB. Una cifra especialmente baja al compararla con la media de la zona euro, que se sitúa en torno al 4%. Y al ponerla en contexto con el dato de los grandes países comunitarios, la comparación habla por sí sola: Francia toca casi el 3% sobre el PIB; Alemania supera el 4,5%; e Italia se sitúa alrededor del 5,5% del PIB. Sin embargo, hay que señalar que el estudio del BCE no toma en cuenta esfuerzos fiscales como los ERTE y cese de actividad –cuyo coste asciende a unos 40.000 millones–, así como las líneas de avales.

La Comisión Europea va a convertirse en una de las mayores entidades emisoras de deuda en euros del mercado mundial cuando empiece a emitir bonos a partir de junio. El objetivo es recaudar los 750.000 millones de euros para estímulos que ayuden a la economía europea a superar la crisis generada por la pandemia. La primera salida al mercado se prevé para junio de este año, con una oferta de entre 150.000 y 200.000 millones de euros.

Los ministros de Economía de la UE celebraron ayer una reunión por videoconferencia, el Ecofin, en la que el comisario de Presupuestos, Johanes Hahn, les informó de los plazos previstos y el estado de los procesos de ratificación nacional de los mecanismos legales para poner en marcha esta emisión, que se supone que han de terminar en abril. Por ahora, seis países han completado ya el proceso de ratificación, necesario para que la Comisión pueda acudir al mercado de deuda en esta operación gigantesca que será lo más parecido a un «eurobono».

La Comisión pedirá prestado en condiciones financieras inmejorables y prestará a su vez una parte a los gobiernos que lo necesiten. Una parte serán subvenciones. El 30% de ese capital será captado a través de «bonos verdes», que son emisiones comprometidas para inversiones en proyectos vinculados con la transición energética y la lucha contra el cambio climático, algo que la Comisión ya había previsto en su programa para esta legislatura antes de que estallase la crisis de la pandemia.

Y puesto que ya ha empezado el proceso de vacunación, el ejecutivo comunitario está intentando acelerar todo lo posible el procedimiento para poner en marcha el mecanismo para ayudar a los países más afectados. Italia con más de 200.000 millones, y España, con 140.000 millones, serán los países más beneficiados.

Por ello, las primeras emisiones saldrán previsiblemente al mercado antes de que la Comisión Europea haya aprobado formalmente los planes de recuperación que van a enviar los estados miembros. El Ejecutivo comunitario pretende que los gobiernos, sobre todo de los países más afectados –entre ellos, España–, puedan contar con anticipos de las cantidades que se han previsto. En el caso de nuestro país se espera que reciba unos 10.000 millones de euros en la primera entrega de estos adelantos. El Gobierno ha previsto en los presupuestos de 2021 unos ingresos de 27.000 millones a cuenta de estas ayudas.

El calendario de todo el proceso está cerrándose poco a poco. Mañana se publicará en el diario oficial el reglamento del fondo de recuperación, que es la pieza clave desde el punto de vista jurídico para que los países puedan enviar sus planes en los que han de describir los objetivos concretos de estas ayudas y el calendario de aplicación de las reformas previstas en las recomendaciones de la Comisión. El ejecutivo comunitario tendrá dos meses para analizar y aprobar esos planes que necesitarán aún otro mes para que sean aceptados por los demás países, tal como fue acordado por los jefes de estado o de Gobierno.

Teóricamente, España es uno de los países más adelantados en el envío de esas propuestas, pero la Comisión espera todavía un documento con elementos concretos que se refieren a dos de los aspectos esenciales de lo que espera que haga España, que son la reforma laboral y la de las pensiones.

Los ministros analizaron las previsiones de invierno recién publicadas por la Comisión que aún sin tener en cuenta el impacto de los fondos europeos de reconstrucción prevén que la recuperación de la economía europea comience en la segunda mitad de este año y que se consolide el próximo.

Los ministros de Economía han hablado también de los planes que está trazando la Comisión para contribuir a la recuperación del comercio mundial como parte de la estrategia para restablecer la situación previa la pandemia. La ministra Nadia Calviño no participó en esta reunión porque coincidía con el Consejo de Ministros.

Adelanto Mañana entra en vigor formalmente el reglamento de funcionamiento del fondo de recuperación