La desescalada no empezará hasta que no bajen las UCI
Verónica Casado se enteró durante su comparecencia telemática ante los medios de comunicación de la decisión del Tribunal Supremo de anular el toque de queda a las 20.00 horas. Para entonces, ya había dejado más que claro que a pesar del «vertiginoso descenso» del número de contagios en la última semana «no puede haber ninguna relajación de medidas», ya que la situación sigue siendo todavía «muy grave» con tasas de contagios muy altas, «32 veces por encima del nivel de seguridad», que se sitúa en los 25 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días, cuando en la actualidad está a 464. Un nivel de seguridad que, advirtió la consejera, tampoco se da en el caso de las unidades de críticos, cuya ocupación actual de casos Covid es del 51 por ciento, mientras que no debería superar el 25. «Estamos en altísimo riesgo», dijo, aunque reconoció que son estas unidades las que van «a cuestionar» la desescalada. De hecho, Casado explicó que, aunque los ingresos en planta han experimentado un descenso «notable», no ocurre lo mismo en las UCI, hasta el punto de que se calcula que a finales de marzo puede haber aún 160 pacientes ingresados en estos servicios —actualmente hay 286—, donde la estancia media de los pacientes es de 24,4 días, un 30 por ciento supera el mes y un 10 por ciento los 40 días.
Así las cosas, la consejera de Sanidad insistió en que las medidas vi