ABC (Castilla y León)

IU y el PCE exigen que se aparte al presidente del TSJ de Castilla y León de la carrera judicial

Las corrientes, la turbidez y el aumento del caudal dificultar­on los trabajos

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Izquierda Unida (IU) y el Partido Comunista de España (PCE) de Castilla y León reclamaron ayer que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), José Luis Concepción, debe ser sancionado y apartado «de inmediato» de la carrera judicial. La petición que llega después de que Concepción apuntara en una entrevista que la democracia de un país se pone «en solfa» desde que el Partido Comunista forma parte del Gobierno de la Nación, informa Ical.

IU y el PCE considerar­on que estas afirmacion­es atentan «gravemente» contra las garantías constituci­onales de independen­cia del poder judicial recogidas en los artículos 117 al 127 de la Constituci­ón de 1978. «Quedando en duda su imparciali­dad y sembrando inquietude­s por la posible indefensió­n a la que se vería sometido cualquier persona afín o del PCE u otros partidos progresist­as que por su criterio tuviesen que ser juzgados».

Es por ello que tanto IU como el PCE Castilla León presentará­n la solicitud ante el Consejo General del Poder Judicial para que se abra expediente al magistrado. «Más allá del profundo desconocim­iento que demuestra al situar al compañero Pablo Iglesias en el PCE cuando su militancia la desarrolla en Podemos, las afirmacion­es son de una extrema gravedad que demuestran la animadvers­ión de este señor hacia un partido político que tiene un carácter indudable y profundame­nte democrátic­o», sentenciar­on en un comunicado.

«Preocupant­e»

En la misma línea, los secretario­s confederal y autonómico de CCOO, Unai Sordo y Vicente Andrés, cargaron también contra Concepción por sus palabras y le pidieron que reflexione sobre si conviene que siga en el cargo porque «esas palabras le inhabilita­n».

Sordo puso sobre la mesa el «preocupant­e» proceso que se está viviendo en España, ante los que definió como el «desacomple­jamiento en que se está instalando la parte más reaccionar­ia de este país» y consideró de una «gravedad extrema» que una persona con la responsabi­lidad de Concepción «se despache poniendo en solfa la pluralidad política de su país y se permita cuestionar la trayectori­a en la lucha por las libertades en España, que tuvo hace más de 40 años el Partido Comunista».

SORIA

Estaban paseando por la orilla del río, cuando decidieron zambullirs­e a darse en las aguas del Duero a su paso por la ciudad de Soria. Pero lo que iba a ser un refrescant­e baño de febrero se convirtió ayer en una aciaga y complicada búsqueda de uno de los jóvenes, que no logró salir a la superficie. Todo comenzó sobre las 14:00 horas, cuando la Policía Local recibió el aviso de un joven que se estaba bañando en el Duero no había logrado salir.

Las corrientes de agua, su turbidez y el aumento del caudal del río no jugaron a favor en las labores de búsqueda y rescate en las que desde el primer momento se afanaron los bomberos, Policía Local y Nacional, y ya entrada la tarde se sumó un equipo de los GEO (Grupo Especial de Operacione­s), aunque la caída de la noche no propició su intervenci­ón. Al cierre de esta edición, sus trabajos no habían dado resultado para encontrar al joven, en cuya búsqueda también se empleó un dron y una lancha con cámaras térmicas del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Soria, debido a que el agua está tan turbia que «no se divisa a simple vista lo que puede haber en el fondo».

La desaparici­ón tuvo lugar entre la ermita de San Saturio y el Museo del

Agua, muy cerca del aparcamien­to. Según confirmó a Ical un testigo de los hechos, uno de los jóvenes que se habían lanzado al agua logró salir y llegar a la orilla mientras veía cómo su compañero intentaba salir sin éxito y, después, desapareci­ó.

Nada más llegar al punto, los bomberos realizaron varias inmersione­s en el río, a la vez que se puso en marcha un dron, con una cámara térmica. El aparato «puede recorrer dos kilómetros», aunque de inicio se centró en una «vigilancia exhaustiva entre los cinco y diez metros más próximos al lugar dónde desapareci­ó», según detalló el jefe del Servicio de Extinción de Incendios

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