ABC (Castilla y León)

«Que abran la puerta y nos escuchen»

- E. D. S. MADRID

El magisterio es cosa de expertos y cuando se trata de combatir la despoblaci­ón ocurre lo mismo. Aquellas personas que están sobre el terreno, aunque no tengan un escaño en el Congreso ni salgan en la televisión, son las que conocen las mejores recetas para que los pueblos condenados a una muerte lenta y solitaria, revivan. Y Armando Soria es uno de ellos. El alcalde de Urriés, un pequeño pueblo zaragozano, obró el milagro. El lugar ha pasado de tener 31 habitantes a que haya 51 en el censo. Sin embargo, Soria le resta importanci­a. Él piensa que el combate contra la sangría demográfic­a no debe jugarse en el ámbito cuantitati­vo, sino en el cualitativ­o.

«La despoblaci­ón no es un fenómeno numérico, no es cuestión de tener muchos más habitantes, sino de que tos, allá por el mes de diciembre, el gabinete que tiene encomendad­o combatir este problema no tenía asignación suficiente para tomar medidas de verdadero calado.

Como informó este diario, en sus primeros nueve meses de andadura el organismo no movió ni un euro, lo que se tradujo en que no puso en marcha ningún programa de ayudas ni subvencion­es encaminado­s a lanzar iniciativa­s que ayudaran al desarrollo de la España interior. Unas semanas después de la noticia, la ministra Teresa Ribera delos habitantes que tengas estén contentos. Que los que estén no tengan que decirles a sus hijos que se vayan (...) o que se tengan que ir porque allí no tienen opciones», destaca el alcalde, que desde hace años se apoyó en los recursos disponible­s en el pueblo para convertirl­o en una referencia cultural en la zona. Y lo consiguió. Sus festivales temáticos han conseguido involucrar a los lugareños y el movimiento cultural del pueblo, que se autodefine como «villa cultural y de congresos», ha logrado atraer a nuevos pobladores. Ese fue el salvavidas de Urriés y en los últimos años han llegado cinco familias nuevas y veinteañer­os que han dado un nuevo impulso al pueblo. También demuestra, ahora que vienen montañas de dinero desde Europa, que la solución de

ARMANDO SORIA cidió prescindir de Elena Cebrián, quien por entonces ostentaba el cargo de secretaria general de Reto Demográfic­o.

El relevo en el departamen­to llegó con Francisco Boya, el actual secretario general, que presenta un perfil mucho más político y que, según los actores involucrad­os que ha consultado ABC, también hace gala de un mayor conocimien­to. Desde el Ministerio admiten que asume gran parte de la agenda de Reto Demográfic­o y añaden que también participa con la ministra en sus reuniones para aportar su perspectiv­a.

La cultura y el apoyo vecinal han salvado a Urriés (Zaragoza) la España vaciada no pasa por invertir el dinero en canchas de fútbol o en asfaltar calles sin mucho sentido, sino por saber detectar esas pequeñas iniciativa­s que, aprovechan­do las potenciali­dades de cada lugar, pueden llegar a darle la vuelta al pueblo.

«Que nos abran las puertas y nos escuchen. Antes de diseñar subvencion­es desde despachos de Madrid o Zaragoza, que nos escuchen a los de aquí», reclama Soria. «En política falta gente que nos mire a los ojos y nos diga por qué se hacen o no las cosas, pero es importantí­simo que nos escuchen. Igual fallamos, pero que nos escuchen porque sabemos lo que pasa en cada lugar, que tendrá que buscar una solución distinta», insiste el alcalde.

De lo contrario, se caerá en viejos errores y el dinero de los fondos de recuperaci­ón pasará como la luz por el cristal. «Tanto si nos echan una mano como si no, saldremos adelante. Pero si pasa lo segundo, sólo saldrá adelante uno de cada diez pueblos», pronostica un alcalde que consiguió lo imposible.

De momento, Boya ha acordado encuentros trimestral­es con la Coordinado­ra de la España Vaciada, algo que fuentes de esta entidad, que aglutina a las principale­s plataforma­s ciudadanas contra la despoblaci­ón, valoran. Pese al gesto, y según ha podido saber ABC, el Gobierno no ve factible ahora acometer un pacto de Estado contra la despoblaci­ón. Se ampara en la complicada aritmética parlamenta­ria. Cabe recordar, sin embargo, que Teruel Existe logró la unanimidad del Congreso en la moción que presentó con su receta para revertir el problema y que también fue una de las condicione­s que puso el grupo de Tomás Guitarte para investir presidente a Pedro Sánchez.

El maná de Europa

El presupuest­o consignado para el gabinete contra la despoblaci­ón es de 19 millones de euros. Dos irán destinados al funcionami­ento del organismo, mientras que los otros 17 no representa­n una cantidad suficiente para revertir una ‘enfermedad’ que muchas regiones llevan décadas padeciendo. Por ello, el grueso de las políticas de calado tendrá que financiars­e con los fondos de recuperaci­ón procedente­s de Europa. Habrá, según anunció el Ejecutivo, 2.500 millones.

En este punto, las fuentes consultada­s explican que en el reparto volverán a jugar un papel decisivo, como hasta ahora, las comunidade­s autónomas. Tienen las competenci­as sobre una buena parte de las materias que recibirán financiaci­ón comunitari­a y por ello serán quienes decidan en última instancia el reparto económico. La experienci­a hace que plataforma­s como Teruel Existe o Soria ¡Ya! duden de la efectivida­d de este mecanismo, por lo que apuntan a la importanci­a de que el Gobierno marque unas reglas claras para que el reparto sea lo más efectivo posible.

Miguel Martínez Tomey, presidente del Centro de Estudios sobre Despoblaci­ón y el Desarrollo de Áreas Rurales y uno de los expertos que comparecie­ron en la comisión de Recuperaci­ón del Congreso, apunta a que el mayor desafío cuando desembarqu­e el dinero desde Bruselas será gestionarl­o bien. «Va a pasar la millonada y va a tener agarre en grandes ciudades, pero no va a haber nada para ese nuevo desarrollo rural de gente preparada». Queda por ver si el ministerio coge el guante y si finalmente el dinero de Europa agarra y sirve para cambiar la realidad en una España despoblada y abandonada durante décadas.

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