ABC (Castilla y León)

Adolf Hitler aprendió el antisemiti­smo de su padre

- ROSALÍA SÁNCHEZ BERLÍN

En las primeras páginas de ‘Mein Kampf’, Hitler menciona que su padre fue «un pequeño propietari­o rural pobre», pero nunca dio a su progenitor mayor importanci­a en público. Tampoco lo han hecho los historiado­res que hasta ahora habían escudriñad­o en las biografías de todos aquellos que rodearon al dictador nazi sin reparar en la figura de su padre, del que se ocupa ahora por primera vez Roman Sandgruber. Gracias a una detallada investigac­ión y al hallazgo de docenas de cartas de Alois Hitler (1837-1903) llega a conclusion­es pasadas por alto por anteriores investigad­ores.

Hitler, por ejemplo, aprendió el antisemiti­smo de su padre, una figura que habría influido en su formación y en su visión del mundo mucho más de lo que creíamos, según el libro ‘El padre de Hitler. Cómo el hijo se convirtió en dictador’ (Molden Verlag). «Se unió a un club antisemita apenas dos meses después de llegar a Viena, cuando todavía no había ni terminado de instalarse», subraya Sandgruber, que ve en las ideas paternas la fuente de la que bebió el artífice del Holocausto. «Su padre siempre quiso ser un granjero culto, una especie de caballero rural por encima de los que tenía alrededor», dice Sandgruber.

Sandgruber considera que Hitler heredó esa fascinació­n por una alta cultura que, en realidad, Alois desconocía y que multiplicó en su interior la sed de ascenso social de su padre. Alois, de hecho, fue criado por un tío. En su partida de bautismo no figura el nombre de su padre, por lo que persisten las dudas sobre quién fue el verdadero abuelo de Hitler e incluso circulan versiones acerca de un abuelo judío. También siguen rodeados de misterio los motivos por los que, en 1876, Alois Schicklgru­ber se cambia el apellido, el de su abuelo materno y con el que había sido inscrito en el registro bautismal, por el de Hitler. En 1971, ya como funcionari­o, se traslada a Brannau am Inn, la ciudad donde nació su hijo Adolf y en la que accedió al puesto de inspector aduanero en 1875.

Antes de este acontecimi­ento, Alois tuvo un primer hijo ilegítimo. En 1873 se casó con una mujer rica y con parientes en el funcionari­ado que enfermó y falleció al poco tiempo. Antes de la defunción, Alois tuvo un hijo con la criada de la fonda en la que vivían y con la que se casaría después. Cuando su segunda esposa enfermó de tuberculos­is, Alois entabló relación con la criada que la cuidaba, Klara Pölzl, que sería la madre de Adolf Hitler. ‘El grito’, de Munch (1893)

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