Covid-19: Dos meses de «vertiginosa» subida y bajada de la incidencia
▶ Tras marcar el techo a finales de enero, la situación está en niveles similares a Navidad ▶ Sanidad notifica 130 nuevos positivos, la cifra más baja desde el 26 de diciembre, y cero en Ávila
ograr que el «vertiginoso» ascenso del Covid-19 en el dramático arranque de 2021 también en Castilla y León fuera seguido de un descenso al mismo ritmo. Era el objetivo y anhelo reconocido por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y prácticamente conseguido. El coronavirus despegó con fuerza y llegó a multiplicar por más de diez su incidencia desde que justo antes de Navidad pisara el suelo tras el arreón de la segunda ola. Se catapultó hasta un techo desconocido: de los 71 por 100.000 habitantes en siete días anotados el 26 de diciembre a los 729 del 23 de enero.
Fue el pico de la incidencia a una semana, el valor que pasó a tener en cuenta la Junta para apretar las restricciones vista la velocidad de los contagios. Y si a siete días vista el despegue fue rápido y alto, repercutió pronto en la incidencia a catorce. El 27 de enero se disparaba hasta la cifra no vista hasta el momento de los 1.417 casos por 100.000 habitantes –a partir de 250 se considera riesgo «muy alto»– , lo que multiplicaba también casi por diez el fondo del valle al que había caído para cerrar 2020 (159). Pasar la hoja en el calendario fue el punto de inflexión que condujo a un enero dramático, con cifras de contagios nunca vistas en esta pandemia. No sólo se superó el millar de nuevos positivos durante más de medio mes, sino que se sobrepasaron con creces los dos millares e incluso el día 23 se pulverizaban todos los récord: 3.183.
Tocado el techo, comenzó el descenso. Dos meses en la montaña rusa del Covid-19, que si subió de forma «vertiginosa» y ha bajado casi de forma «simétrica», según ha reconocido también la consejera de Sanidad. Un enero aciago seguido de un febrero de aliento contenido para la esperanza y que acabó ayer con la incidencia en niveles similares a los que marcó antes de impulsar la tercera ola. La acumulada a 14 días era, tras otra tenue mengua, ocho veces inferior al pico. Con 1774 casos por cada 100.000 habitantes aún era
Lalgo superior a la mínima marcada en el arranque de Navidad y aún está en cifras elevadas y alejadas de esos 25 casos que se señalan para poder respirar con cierto alivio. Pero ha dejado atrás el nivel de riesgo «muy alto» y es «alto».
Mayor es la progresión a la baja de la incidencia a siete días. Fue la que primero despuntó y ahora refleja como un espejo esa velocidad. Está en un escalón inferior, el de riesgo «medio», con 70 casos por 100.000 habitantes, al nivel de lo anotado el 26 de diciembre. Dos meses en los que ha catapultado el techo hasta los 729 el 23 de enero y, después, volver a caer.
Evolución desigual
Eso sí, no en todas las provincias la situación y evolución ha sido la misma. En Soria, la mayor parte de los indicadores siguen en el escalón más elevado. Y Segovia y Palencia, las provincias que despuntaron de forma destacada en la subida duplicando la media de
Castilla y León, ya se sitúan en cifras similares a la media. En tierras segovianas, donde primero se encendieron las alarmas, llegó a los 1.198 casos el 20 de enero, cuando el 31 de diciembre era de 94, y ya está en 63 a siete días vista.
El virus arroja cifras de que remite. Eso sí, con todas las cautelas, sin perder de vista el temor del impacto de las nuevas cepas y la mirada puesta en la Semana Santa, dentro de un mes. En el recuerdo aún muy presente el impacto que el verano dejo en el virus y, más aún, la Navidad.
Lo sufren todavía los hospitales, donde la repercusión de los contagios llega unos diez días después de que despunten los casos y otra semana más tarde, a intensivos. Ocurrió en la primera ola, se repitió en la más estirada segunda y esta tercera no ha sido una excepción. No se han llegado a alcanzar las cifras de ingresados de los pasados marzo y abril, pero cerca se ha quedado. Si entonces llegó a haber hasta 2.350 pacientes con Covid-19 en planta en el mismo día y 353 en las UCI, en esta ocasión el récord han sido 2.096 el 1 de febrero y 328 en intensivos el día 4, respectivamente. Muy por encima, eso sí, de la segunda ola: 1.618 en planta y 248 críticos. El ritmo más lento de alivio en cuidados intensivos hizo que la tercera ola arrancase ya con 130 pacientes heredados de la segunda, lo que ha influido de manera decidida en la casi saturación a la que han llegado algunas unidades y que no pasó en el segundo impacto, que arrancó en el agosto con media docena de críticos con SARS-CoV-2 entre toda la Comunidad.
7.000 altas
La estancia media en las UCI es de tres semanas. Aún así, la situación también ha mejorado. Ayer había 218 (110 menos en poco más de tres semanas). Más alivio en las plantas, donde los 530 hospitalizados son casi una cuarta parte que en los momentos de mayor presión. En estos dos meses, 7.000 personas han recibido el alta.
Desde el 1 de enero, en dos meses de cribados masivos día tras día para intentar detectar asintomáticos y cortar las cadenas de transmisión, la estadística acumula unos 73.000 nuevos casos confirmados, hasta los 211.169. Ayer, 130 más. Sin perder de vista el efecto fin de semana, es la cifra más baja en algo más de dos meses –90 el 26 de diciembre– y casi rebaja a la mitad los datos del pasado domingo. En Ávila se logró el ansiado «cero caso» y en Zamora, sólo uno. Donde más, en Burgos, con 31. Además, se notificaron diez defunciones, todas ellas en hospitales –por tercer día consecutivo, ninguna más en residencias–, donde ya han perecido 5.368 personas contagiadas. En lo que va de año, 1.193, además de otras 93 en los geriátricos, que suman 1.144 decesos en los propios centros, además de 1.802 de ancianos que perecieron en el hospital.