Von der Leyen se da un mes para crear el pasaporte de vacunados
▶ Calviño asegura que «ha de estar listo antes del verano» para salvar al turismo
El anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre la elaboración de una propuesta legislativa para crear un certificado digital común para las personas vacunadas que «facilite los movimientos dentro de la UE y al exterior» ha supuesto un espaldarazo para los países más dependientes del turismo como España y Grecia que reclaman que se ponga en marcha antes del verano, frente a aquellos gobiernos como Francia o Bélgica que todavía tienen dudas sobre la utilidad y las bases legales de ese mecanismo. A pesar de que los jefes de Estado o de Gobierno trataron el tema en la cumbre virtual del jueves y de que la canciller alemana Angela Merkel dijo que podía ser una realidad en verano, las cosas no están claras para todos.
Von der Leyen prometió ayer por la mañana en redes sociales que la propuesta de «pasaporte digital verde» se presentará «este mes» y «respetará las normas de protección de datos, las de seguridad y las de privacidad» e incluirá datos médicos para indicar si el paciente ha sido vacunado, los resultados de pruebas para acreditar su estado si no ha podido vacunarse aún, por ejemplo una PCR negativa o un test que acredite que se tienen anticuerpos porque ya se ha pasado la enfermedad.
Preguntado acerca de mayores precisiones, el portavoz de Von der Leyen, Eric Mamer, dijo que el objetivo de este sistema que está siendo elaborado es que este certificado «facilite los movimientos» de los europeos. El matiz es importante porque si bien la sanidad pública es competencia de los países miembros, la libre circulación es una de las cuatro libertades consagradas en los Tratados y su preservación entra dentro de las atribuciones otorgadas al Ejecutivo comunitario, lo que le proporciona una base jurídica para presentar esa iniciativa legislativa. Una vez que la Comisión haya diseñado el mecanismo y sus derivaciones legales, la propuesta deberá ser negociada y aprobada por el Consejo, es decir, los gobiernos nacionales, y por el Parlamento.
En España, la ministra Reyes Maroto reaccionó con aplausos en redes sociales a la propuesta de Von der Leyen, pero ha sido su colega la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, la que ayer mismo entró en el debate en una entrevista en TVE en la que insistió en que el pasaporte Covid «tiene que llegar antes del verano para poder recuperar el turismo».
Bélgica «Consideramos que no es aceptable vincular la libre circulación en Europa con la vacunación»
España presiona
Calviño ha reconocido que en los próximos días se preparará una reunión de todos los ministerios afectados para estudiar las fórmulas legales que necesitará su implantación en España, porque cree que «es un tema fundamental para nuestro país para restablecer la confianza de los ciudadanos y que vuelvan los turistas».
El problema es que no todos los países opinan lo mismo. Para empezar, el principal mercado turístico español es el Reino Unido, que ya no forma parte de la UE y estaría fuera de ese «pasaporte». Y además no todos los demás países europeos opinan como Calviño. La ministra belga de Asuntos Exteriores, Sophie Wilmès, reaccionó al anuncio de Von der Leyen diciendo que «para Bélgica, no se trata de vincular en ningún caso la vacunación con la libertad de movimiento en Europa». La representante belga insistía en que a su juicio, «el respeto del principio de no discriminación es tanto o más fundamental porque la vacunación no es obligatoria y aún no existe acceso universal a la vacuna». Francia mantiene una opinión muy similar a la de Bélgica.