Fundación Mutua Madrileña apoya con un millón de euros diversas iniciativas
Reutilizar los dispositivos electrónicos que se han quedado obsoletos para darles una nueva vida y enseñar a transformarlos a los más jóvenes, sobre todos a aquellos en riesgo de quedar excluidos del sistema. Fomentar la economía circular y al mismo tiempo la empleabilidad de uno de los colectivos más afectados por la crisis: el de aquellos que dan sus primeros pasos en el mercado laboral. Ese es el doble objetivo del proyecto Reutiliza.K., de la Asociación Cultural la Kalle, de Madrid. Se trata de una de las 36 iniciativas de ONG españolas seleccionadas por la Fundación Mutua Madrileña a través de su IX Convocatoria Anual de Ayudas a Proyectos Sociales a las que destina un millón de euros.
Otro de los colectivos que recibirá apoyo es el de las asociaciones que atienden a mujeres víctimas de trata de personas con riesgo de explotación sexual. Tanto en Navarra y La Rioja como en Madrid, sendas asociaciones atienden a las víctimas de trata en todas las fases, tanto para acogerlas (dependiendo si se encuentran en situación de emergencia o de autonomía, en pisos destinados para ello) además de brindarles protección jurídica y sociolaboral y acompañamiento durante una búsqueda de empleo que les permita incorporarse al mercado laboral.
Todas las iniciativas beneficiarias, que fueron anunciadas ayer, están encaminadas a mejorar la calidad de vida de diversos colectivos vulnerables, tanto dentro como fuera de España y tendrán un impacto positivo directo en más de 22.000 personas. En este año de especial necesidad social, además de las seis categorías habituales, Fundación Mutua ha creado una nueva de manera excepcional y relacionada con las secuelas económicas y sociales que ha dejado el Covid a su paso por España. Personas sin hogar, mayores y familias en riesgo verán también una mejora de su situación a través de las asociaciones que han sido seleccionadas para impulsar su trabajo dirigido a este tipo de colectivos.
El apoyo a personas con discapacidad, la lucha contra la violencia de género, la infancia con problemas de salud o en situación de vulnerabilidad, la integración laboral de jóvenes en riesgo de exclusión social, la cooperación al desarrollo y la innovación social son las categorías en las que se desarrollan el resto de los proyectos.
De los 36 proyectos, 27 se materializarán en diferentes puntos de España y nueve fuera. Estas iniciativas premiadas se desarrollan por ONG españolas que trabajan en Benín, Líbano, India, El Salvador, Mozambique, Kenia, Marruecos, Perú y Nicaragua.
Profesiones demandadas
Entre los proyectos, varios están destinados a mejorar la empleabilidad de personas con discapacidad intelectual y de jóvenes a través de distintas vías, desde la formación como técnico de desinfección o como manipulador de alimentos, áreas con alta demanda laboral. Otros persiguen la digitalización de centros de día para personas con enfermedades mentales o el refuerzo escolar y acompañamiento a niños en situación de vulnerabilidad.
En la categoría de innovación social, las iniciativas presentan un enfoque pionero y diferencial, como puede ser la repoblación de municipios despoblados a través de la captación laboral de personas con pocos recursos procedentes de grandes ciudades.