Nueve comunidades piden a Ribera que retire la prohibición de cazar lobos
▶ Junto con Asaja, COAG y UPA exigen diálogo para diseñar una estrategia de conservación «Esto no es un frente contra nadie, sino un posicionamiento de los territorios por el diálogo»
Ya no son sólo las cuatro comunidades loberas por excelencia (Castilla y León, Asturias, Cantabria y Galicia) las que tratan de evitar que este mamífero deje de ser considerada una especie cinegética al norte del Duero, como sucede hasta ahora. Otras cinco —País Vasco, Andalucía, Murcia, Aragón y Madrid— así como la Ciudad Autónoma de Ceuta, se han sumado a esta reivindicación. Las diez, junto con las tres organizaciones agrarias mayoritarias, Asaja, COAG y UPA, consensuaron ayer un manifiesto para apoyar una gestión del lobo basada en el respeto al mundo rural, el consenso social y la coexistencia con la ganadería. En la Comisión Estatal de Patrimonio Natural del Ministerio que se reunió hace un mes y en la que se tomó la polémica decisión, estas autonomías, salvo Aragón, ya votaron en contra de dicha propuesta. El grupo se cierra ahora con nueve, más Ceuta.
En la «carta abierta» los firmantes piden al ministerio para la Transición Ecológica volver al escenario de consenso y diálogo «renunciando a continuar con la tramitación de la inclusión del Lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de
Protección Especial (Lespre), que supone, en la práctica, que estaría prohibida su caza.
Frente a esta intención del departamento de Teresa Ribera, las nueve regiones, la ciudad autónoma y las Opas proponen la elaboración de una nueva Estrategia de Conservación y Gestión del Lobo en España, con la participación de los representantes de los sectores interesados: administraciones, ganaderos, propietarios de terrenos, expertos, conservacionistas y científicos. Se busca trabajar «lejos de ideas preconcebidas y posicionamientos estrictamente ideológicos, respetables pero que no pueden condicionar la gestión de una especie que habita medios socialmente complejos y ecosistemas intervenidos por la acción del hombre desde tiempos inmemoriales».
En la misiva se muestra, además, el apoyo incondicional a la ganadería extensiva, fundamental en la economía de las zonas rurales, y que precisa en las zonas loberas de un modelo de coexistencia basado en las medidas ya contempladas en los planes de gestión de las comunidades, con el objetivo de la reducción de los daños y la justa indemnización cuando estos se produzcan.
Además, niegan que la consideración de los indudables valores culturales, científicos o ecológicos del cánido sea incompatible con su actual estatus legal de la especie, es decir, que al norte del Duero sea considerada una especie cinegética. «Esos valores y el objetivo de conservar la especie son la piedra angular de los planes de gestión de las Comunidades, señalan.
«Ni el fondo ni la forma»
El consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, insistió al término del encuentro en que «la inclusión del lobo en el listado de especies protegidas «no puede ser, ni por el fondo ni por la forma» y defendió que en Castilla y León este mamífero «está perfectamente conservado». En cualquier caso, se mostró dispuesto a analizar «el fondo» del asunto «con el Gobierno y las comunidades que tenemos la competencia y la gestión, pero no bajo la imposición». «El consenso y el diálogo es la pieza que falta», añadió Suárez-Quiñones, para quien «esto no es un frente contra nadie, es un posicionamiento claro de nuestros territorios por nuestra competencia, por el diálogo por el consenso y porque una medida tan importante y de tanta transcendencia para nuestros pueblos no venga por la vía de la imposición»
Por su parte, las tres organizaciones agrarias calificaron de «muy positivo» el encuentro y destacaron «la importancia de la unidad del sector y las administraciones regionales» para defender la imprescindible labor de la ganadería extensiva para el desarrollo económico y social del medio rural y de la biodiversidad. urante los últimos días se está dando a conocer un documental sobre el denominado «caso Nevenka» que partió en dos a la sociedad ponferradina hace aproximadamente veinte años. De todos es conocido el entramado que cercenó para siempre la hasta entonces fulgurante carrera del que era alcalde de la capital del Bierzo por acoso a una de sus concejalas. El juez en su día dictaminó sentencia y ambos, cada uno por un lado, desaparecieron prácticamente de los papeles y televisiones. Aquello que motivó un escándalo nada beneficioso para la imagen de la ciudad, se sufrió, se cerró y ahí se quedó.
Pero si al ex político y industrial hostelero la sombra de aquel suceso le persiguió en toda aventura política posterior, lo cierto es que en la Justicia cabe el cumplimiento de condena, el pago de la culpa y en lenguaje de los que somos católicos, malos pero católicos, apostólicos y romanos el perdón y la redención, sí cabe en nuestra forma de ser y hacer. Pero, ay las vendettas no cerradas, el ánimo de hacer daño y los intereses partidistas quieren volver a resucitar lo sepultado y zanjado. La productora de turno ganará dinero para su canal temático, los personajes en sus papeles cobrarán un tiempo fugaz de notoriedad abriendo la caja de Pandora y Ponferrada o el Bierzo entero será de nuevo noticia por algo negativo. ¿A quién beneficia ahora estas cuitas con guión goebbeliano y tufillo político? A la causa por las mujeres no. Desde luego. La lucha está justificada y el apoyo dado por descontado. No al machismo. No a la utilización de la mujer objeto. Pero tampoco a la nueva Inquisición vestida de morado y rosa que, ciega de odio, niega la mayor, busca hasta satisfacer sus ansias de linchamiento y sangre. Y el medio para evitar se convierte en un torturador más en una obra teatral de terror retransmitida por tecnicolor en las plataformas de pago. Siempre previo pago. ¿Pero hablamos de moralidad o de negocio? ¿Hacemos historia o sólo la parte que nos conviene? Sinceramente, la mierda cuanto menos moverla, mejor.
¿A quién benefician ahora estas cuitas con guión goebbeliano y tufillo político? A la causa de las mujeres, no
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