«Hasta que se unió en los 90, el centro-derecha no fue alternativa»
▶ «El bipartidismo siempre ha favorecido la estabilidad política y la alternancia»
de dosis sales y cuando se detienen te vas a África a no dar la cara. Creo que en una pandemia hacen faltan líderes que den la cara y que tengan la sensibilidad social de dar tranquilidad, que para eso nos pagan. Y lo mismo lo digo con el tema de la economía.
—¿Qué medidas para la reactivación económica compatibles con las restricciones, implementaría de manera inmediata un Gobierno del PP? —Lo primero es bajar impuestos. Segundo, dar un horizonte de tranquilidad a los ERTE. En tercer lugar, quitar trabas burocráticas: ley de unidad de mercado, ley de segunda oportunidad, permitir que haya más flexibilidad. Y en cuarto lugar, más liquidez. Este es un gobierno que está alejado de la realidad. Nosotros tenemos experiencia de haber rescatado a España de dos recesiones muy difíciles, y lo volveremos hacer con ésta. —Llevamos semanas hablando de las famosas subvenciones a Plus Ultra. ¿Qué va a hacer el PP para que se sepa la verdad?
—Es una vergüenza. Lo que está haciendo el Gobierno es repartir el dinero de todos los españoles a sus amigos, entre ellos una aerolínea chavista con un domicilio en un paraíso fiscal que tiene un solo avión. ¿Cuántos hosteleros, cuántos negocios de autónomos se salvarían con 50 millones de euros? Por eso ellos no querían la autoridad independiente para gestionar bien y de forma honesta y eficaz los fondos europeos. Por eso quieren repartirlo a dedo, para crear una red clientelar e intentar salvar las próximas elecciones.
—¿Es posible conseguir un control europeo de las inversiones y de las adjudicaciones nacionales? —Sánchez está acabando con todos los contrapesos institucionales de España. El colmo es que con el decretazo para los fondos han quitado todos los controles administrativos y burocráticos para la concesión de ayudas. Por cierto, con el voto de Vox. Si no tienes una Fiscalía que defienda que hagas las cosas bien, tienes a la Justicia atacada por parte del Gobierno, no tienes a los reguladores con la independencia y la presencia de la oposición y encima pretendes ir contra la ley administrativa que regula las concesiones de ayudas... pues lo que tienes es un sistema clientelar que puede acabar en corrupción.
—¿Está en un grave riesgo el sistema público de pensiones?
—Está en un grave riesgo el sistema del bienestar en España. Si no creamos empleo con seis millones de desempleados, no hay quien financie la sanidad pública, ni las pensiones, ni las prestaciones por desempleo, ni la educación pública, ni nada.
—¿La renovación de los órganos judiciales está aparcada?
— Todo lo contrario. Mañana mismo renovaríamos los órganos constitucionales si Sánchez aceptara un refuerzo de la independencia judicial. Sigo en la misma posición que hace dos años.
Entrevista con Pablo Casado
Una y otra vez, Pablo Casado insiste en una idea: la unidad del centro-derecha es la única vía para derrotar a Pedro Sánchez. Ayer, en la entrevista con el director de ABC, Julián Quirós, no fue una excepción: «O nos unimos para derrotarle, o esta fragmentación del voto será su salvavidas. Está en La Moncloa gracias a que el centro-derecha no se ha unido». Y añadió: «Creo en el bipartidismo (...) siempre ha favorecido una estabilidad política y, sobre todo, la alternancia. La fragmentación de los espacios electorales ha derivado en grandes crisis económicas e, incluso, institucionales».
El líder de los populares recordó en este mismo sentido que «hasta que el centro-derecha se unió en los 90 no fue alternativa al Partido Socialista, y ahora pasa lo mismo». Y sobre una fusión con Ciudadanos lanzó dos mensajes nítidos: «Hay sitio para todos, siempre y cuando mantengamos los mismos principios: libertad individual, defensa de la nación, el Estado de derecho, el libre mercado y la propiedad privada»; el segundo, «si los dirigentes de otros partidos de centro-derecha no han querido hacer una unión por arriba, nosotros apelamos a que se haga por las bases».
«Hace falta ponernos de acuerdo en un proyecto que sea claro –insistió Casado–, y ese es el del Partido Popular. Tenemos la experiencia de gobierno en dos etapas, y de haberlo hecho bien, y hoy en día gobernamos 2.800 ayuntamientos, seis comunidades, trece diputaciones, cabildos...». En este mismo sentido, reivindicó el legado de José María Aznar y Mariano Rajoy: «Nadie ha defendido la historia del partido tanto como yo; ahora, lo que no voy a hacer es hablar de una conducta de personas que lo han dañado y a las que además ni siquiera conozco. También dejé muy claro hace dos meses que no íbamos a tolerar ninguna conducta poco ejemplar». La afirmación, claro, daba paso a la pregunta de qué va a pasar con la sede de la calle Génova, aunque el líder popular fue deliberadamente impreciso: «Si un juez determinara que una reforma en el edificio no se hizo de forma correcta, actuaremos en consecuencia», explicó, sin entrar en más detalles.
Sobre su liderazgo y supuesta falta de carisma, recordó que «los jefes de la oposición nunca lo tienen, nunca son moderados, nunca tienen proyecto, nunca tienen equipo... Creo que no hay que preocuparse». Y más en clave interna, explicó: «Hicimos un primer año de desfibrilación de un partido que se iba electoralmente, endeudado en decenas de millones de euros y fracturado; recorrimos España para reconectar con nuestro espacio electoral y evitamos el ‘sorpasso’ de Cs; la segunda etapa era la de consolidación territorial, apoyando a Juanma Moreno, Almeida, Ayuso, Mañueco...; y estamos en la renovación territorial, con los congresos provinciales. Esas tres fases están consolidadas y ahora volvemos a poner el foco en cuestiones programáticas».
Herencia recibida «El partido se iba electoralmente, estaba endeudado en millones de euros y fracturado»