China planta su bandera en Marte
▶ El gigante asiático es el segundo país en colocar una nave en el planeta rojo
El programa espacial chino alcanzó en la mañana de ayer un nuevo hito. A primera hora, el vehículo de exploración Zhurong aterrizó con éxito en la superficie de Marte, según confirmó la Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés). Se trata del segundo país en la historia en lograrlo, solo por detrás de Estados Unidos.
El robot viajaba a bordo de la sonda Tianwen-1, la cual despegó desde la base espacial de Wenchang, en la isla de Hainan, en julio de 2020 y alcanzó la atmósfera del planeta rojo en febrero después de siete meses de travesía. Desde entonces ha permanecido en órbita, calculando el momento y lugar idóneos para la operación. Utopia Planitia fue el punto designado, un enorme cráter en el hemisferio norte de Marte.
Tras la eyección, Zhurong –que recibe su nombre del dios del fuego de la mitología china– se encontraba a 125 kilómetros de altura cuando desplegó un escudo térmico como protección ante el ardor de la atmósfera marciana. A falta de 10 kilómetros, encendió los motores y empleó un paracaídas para amor
Lanzamiento desde la Tierra
Tianwen-1 fue lanzado desde las instalaciones espaciales de Wenchang el 23 de julio de 2020, llevado a la órbita por un cohete Long March-5
tiguar el impacto contra la superficie a las 7:18 de la mañana hora local (01:18 en España).
La distancia actual con el planeta, 318 millones de kilómetros, provoca un retardo en la señal conocido como los «siete minutos de terror», un periodo durante el que los ingenieros no tienen control ni información sobre el estado de aparato. Tras la incógnita, llegó la celebración con vítores y aplausos en la sala de control. Ya en el suelo, los expertos tuvieron que esperar más de una hora a que el robot desplegara de manera autónoma los paneles solares y la antena y así comenzar el intercambio de datos.
«El equipo de investigación científica ha confirmado a través de la telemetría enviada por el rover de Marte Zhurong que (...) ha aterrizado con éxito en el área preseleccionada», corroboraba el comunicado oficial emitido por la CNSA. El líder chino Xi Jinping hizo pública su satisfacción ante el logro, el cual ha calificado como «un salto en la exploración interplanetaria». «El aterrizaje ha dejado la marca de China en Marte por primera vez», ha sentenciado.
Dada la complejidad de las condiciones
Los paracaídas supersónicos redujeron la velocidad de la cápsula descendente. Después se soltó el módulo de amartizaje y los propulsores controlaron el descenso final
Plataforma de amartizaje
Una vez estabilizada en la superficie, se desplegó una rampa para permitir que el rover Zhurong bajara del módulo. Los chinos utilizaron anteriormente este método para desplegar rovers en la luna
atmosféricas, apenas la mitad de los amartizajes intentados hasta la fecha se han completado con éxito. Hasta hoy solo lo había logrado Estados Unidos, con una primera toma de contacto por medio de Viking 1 (1976) y cinco vehículos de exploración desde entonces: Sojourner (1997), Spirit y Opportunity (2004), Curiosity (2012), y Perseverance (en febrero de este mismo año). La antigua Unión Soviética estuvo muy cerca hasta en tres ocasiones, pero acabó fracasando. En 1971, Mars 2 se estrelló contra la superficie al descender. Mars 3 logró aterrizar a finales de ese mismo año, pero solo se mantuvo operativo durante unos segundos. En 1973, Mars 6 envió información ilegible y perdió la conexión antes de tocar suelo.
Zhurong, recién incorporado a la exclusiva lista, explorará durante 90 días marcianos –de duración similar a los terrestres, apenas 34 minutos más largos– el planeta vecino, en particular su geología, en busca de agua congelada bajo la corteza. La información obtenida por el robot, de unos 240 kilos y diseño muy similar a sus homólogos estadounidenses, será transmitida a la sonda Tianwen-1 –traducible como Preguntas al Cielo, tomado de un texto clásico del poeta Qu Yuan–, la cual permanecerá en órbita durante un año. «Ninguna campaña interplanetaria se ha llevado a cabo de este modo antes», ha asegurado el equipo de la CNSA.
Triunfo galáctico
El logro evidencia la pujanza del programa espacial chino, un ámbito en el que recorta distancias con EE.UU. a gran velocidad. En los últimos años el gigante asiático ha puesto en marcha el primer satélite cuántico y ha alcanzado la cara oculta de la Luna, un territorio inexplorado desde donde logró traer muestras. China ha comenzado, asimismo, la construcción de su propia estación espacial, cuyo módulo principal fue ensamblado el pasado mes de abril.
Este proyecto fue origen de la última polémica, después de que la semana pasada el cohete Larga Marcha 5B, portador de componentes para la estación, cayera fuera de control hasta acabar sumergido en las aguas del Oceáno Índico. Un episodio que llevó a la NASA a reprochar que China «no cumple los estándares de responsabilidad con respecto a desechos espaciales». Hoy, sin embargo, el gigante asiático celebra uno de los muchos triunfos galácticos a conquistar.