Medio millar de ingresos en las residencias tras las restricciones
Sólo la provincia de Burgos está por encima del riesgo medio en el índice de contagios a siete días
Los ingresos en los centros residenciales de Castilla y León rondan el medio millar desde que la Junta aprobara el pasado 22 de abril el levantamiento de las restricciones de acceso a las personas no dependientes, después de comprobar el elevado volumen de individuos vacunados, la eficacia del proceso de inmunización y la reducción casi total de contagios.
La Comunidad cuenta con 1.214 dispositivos entre las casi 700 residencias de mayores, los centros de personas con discapacidad y las viviendas tuteladas que en la actualidad, a fecha del pasado jueves, sumaban un total de 42.016 usuarios frente a los 41.595 contabilizados el 22 de abril. Es decir, 421 más, pese a que en ese periodo se confirmaron 408 personas fallecidas en este tipo de centros por cualquier causa, informa Ical.
La Junta no diferencia en la información con datos del coronavirus el número de usuarios en estas instalaciones por residencias de mayores, centros de discapacidad y viviendas tuteladas, aunque los dispositivos que atienden a ancianos suponen casi el 60 por ciento del total. En cambio, sí es posible ver la evolución de la cifra aquellos que viven en las 15 residencias de mayores propias de la Junta. El dato de usuarios a 22 de abril, cuando se levantaron las restricciones, era de 1.943 y ahora asciende a 1.989. Casi medio centenar más.
La consejera de Familia, Isabel Blanco, ya reconoció que muchas personas y posibles usuarios eran reticentes a entrar, de momento, en una residencia por miedo», por lo que el ritmo de ingresos sería paulatino y lento. De esta manera, los centros pueden tardar varias semanas, e incluso meses, hasta cubrir las plazas vacantes.
Pese a ser consciente de este temor, Blanco apuntó que actualmente estos centros eran muy seguros para los residentes, tras un año «muy difícil», en el que la imagen de ese tipo de instalaciones había quedado afectada. En concreto, puso el ejemplo de la residencia pública de la capital soriana, que fue una de las que atravesó graves problemas en la pandemia, y donde casi una de cada tres plazas de las 195 disponibles quedó vacante. Ahora, y según el último recuento de la Junta, ya cuenta con 154 usuarios.