ABC (Castilla y León)

Perfume de libertad en las terrazas de París

- JUAN PEDRO QUIÑONERO PARÍS

Después de casi siete meses de estricto cierre debido a la crisis sanitaria, Francia y París, en particular, vivieron ayer la reapertura condiciona­l de terrazas, cines, museos y espacios culturales, respirando «un perfume de libertad».

El presidente Emmanuel Macron y media docena de sus ministros «celebraron» el acontecimi­ento iniciando su jornada en distintas terrazas parisinas para desayunar al aire libre pero insistiend­o en todo momento en la necesidad de mantener la más extrema prudencia. «Esperamos poder circular al aire libre sin mascarilla­s a partir del verano», afirmó Macron, mientras tomaba café y zumo de naranja en una terraza próxima al palacio del Elíseo.

«Los franceses recobran el perfume de la libertad», tituló ayer a toda página ‘Le Figaro’. «Libertad recobrada», añadió ‘Le Parisien’. ‘Le Monde’ prefirió insistir en los «riesgos políticos» de la nueva desescalad­a emprendida por Macron y su Ejecutivo: «El Gobierno teme que con el desconfina­miento comiencen a estallar movimiento­s de cólera social».

Mientras tanto, la reapertura de las terrazas, en París, se vivió como un «anhelo de libertad». Poco después de las 8 de la mañana, Bruno Le Maire, ministro de Economía, desayunaba en el corazón de Saint-Germain-des-Prés, en el ‘Café de Flore’, comentando: «Debemos habituarno­s a la vida de siempre, pero con mucha prudencia».

En los Campos Elíseos, la reapertura de terrazas tenía un matiz melancólic­o: ausencia de turistas y muchos establecim­ientos cerrados, víctimas de la crisis sanitaria y económica.

En los barrios más populares y con más «marcha», el público tomó por asalto las terrazas, desde primera hora de la mañana.

En la esquina de la rue de Buci y la rue de Seine, una de las más «marchosas» de París, una señora de cierta edad comentó a este periódico mientras hacía cola en una panadería de prestigio: «Vaya usted a saber cómo evoluciona la crisis. Pero, qué quiere, de momento, hay que aprovechar los próximos días de libertad recuperada. Una gozada, poder sentarse a tomar un café, una tortilla o el plato de la casa, en una terraza. Aunque los partes meteorológ­icos anuncian lluvias y tormentas. A ver si se equivocan».

Desescalad­a «Esperamos poder circular al aire libre sin mascarilla­s a partir del verano», anunció Macron

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J. P. QUIÑONERO

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