Sergio Ramos, ante el vacío
▶ El futuro del defensa en el Real Madrid sigue sin aclararse mientras su estado físico para la Eurocopa siembra dudas en la selección
Es una batalla. Y cuando una renovación se ataca como una batalla siempre hay heridos. Y si se extiende en el tiempo, hay más daños inesperados. Lo malo es que esta batalla ya tuvo su primer combate hace seis años y los ejércitos se conocen bien. Y las consecuencias añaden un desgaste de relaciones personales que al final es decisivo. Sergio Ramos esperaba tener su futuro solucionado hace meses. Creía que tenía la sartén por el mango gracias a su rendimiento y pidió una renovación por dos años y más dinero. El Real Madrid le ofreció una temporada y, si mantenía su nivel, firmaría otra más adelante. El capitán se negó y dijo a Florentino Pérez que escucharía ofertas. Los avatares del fútbol se han vuelto en contra del defensa en los peores cinco meses de su carrera. Quedan cuarenta días para que el sevillano quede libre y ahora mismo se encuentra con su futuro en el aire. También su presencia en la Eurocopa, que comenzará en junio.
El central debería haber pensado mejor sus movimientos, pues tiene 35 años, está en el invierno de su carrera, y su rodilla se quejaba desde hace un lustro. Tres lesiones, la primera combatida con una artroscopia, le han dejado sin jugar en 2021. Solo ha disputado cinco partidos este año y su situación es complicada. Quiere disputar la Eurocopa y su estado físico es la incógnita de Zidane, de Luis Enrique y de los clubes que estaban interesados en contratarle. El seleccionador español dará la lista definitiva para la Euro el próximo lunes y la presencia del andaluz está más en el aire que nunca porque los servicios médicos de la selección tienen dudas sobre su recuperación total para esa cita. En este escenario, que el jugador acuda a los Juegos de Tokio, como anhela, parece también complicado.
Esas lesiones rompieron el proyecto de futuro del defensa. Las ofertas exteriores, una, dos, le conceden los dos años, pero con una ficha que ronda los nueve millones anuales, menor de los doce que percibe en el Real Madrid. Nadie ofrece quince millones netos a un futbolista de 35, como se exageró hace seis meses.
El presidente del club blanco reflexiona que cuando una puerta se cierra es casi imposible reabrirla. Su jugador le dijo ‘no’ y eso para Florentino es difícil de olvidar. Sergio Ramos le explicó que escucharía propuestas externas y su club entendió que la prioridad era marcharse. El central le habló entonces del PSG y de una oferta que le otorgaba más dinero. Florentino Pérez le respondió que si era así, no podría pagar esa cifra y que firmara, pues tenía 35 años y era un gran contrato.
Ahora, su situación personal y profesional ha cambiado, por culpa de la artroscopia y de las dos lesiones posteriores, consecuencia de su ansiedad por reaparecer y demostrar que es el de siempre. Se anticipó a los plazos y el resultado fueron esos dos percances que le han dejado sin jugar.
Hoy, el hispalense no está en posición de pedir, pues todo el mundo examina con lupa sus reapariciones y desea ver cómo rinde, desde Luis Enrique al PSG pasando por Zidane, que no le alineará el sábado como titular ante el Villarreal aunque ese sea el deseo del jugador. Ayer se entrenó en solitario en el césped.
Su familia lleva meses diciéndole que se quede. Sin embargo, esa pelea de ga