El salto definitivo de Carrasco
▶ Decisivo en el tramo final de la Liga, el belga ha encontrado la regularidad que le faltaba en el Atlético
Dos años en China fueron suficientes para que Carrasco, sin perder ni un ápice de su enorme talento, volviese al Atlético dispuesto a enfundarse el mono de trabajo. Su marcha en 2018 fue toda una sorpresa para el aficionado, al tratarse aún de un futbolista joven que atesoraba calidad para brillar en Europa. La rumorología señaló entonces que su relación con Simeone no era la idónea, pero hace un año, cuando el Atlético buscaba un delantero y sonaba el fichaje de Cavani, volvió a saltar la sorpresa cuando se anunció el regreso de Carrasco «a su casa», como él mismo la definió en una entrevista con ABC. «Simeone saca lo mejor de cualquier jugador», reconocería luego, zanjando así el debate y evidenciando que la simbiosis entre ambos es total. La situación ahora es bien distinta, y si finalmente el Atlético acaba levantando el título de Liga será, en gran parte, por culpa de Carrasco, uno de los fijos del técnico argentino, que disfruta ahora de la regularidad que pedía a su jugador.
Sus números en los últimos partidos hablan por sí solos. La racha empezó en la jornada 30 con la visita al campo del Betis, cuando su gol sirvió para rescatar un punto del Villamarín. Unos días después, sumó otro gol y dos asistencias en la goleada contra el Eibar y una diana más en el triunfo ante el Huesca. También asistió a Savic en la derrota en San Mamés e hizo lo mismo con Llorente en la victoria ante el Elche. Contra el Barcelona ni marcó ni asistió, pero fue un dolor de cabeza para la defensa azulgrana hasta el punto de que obligó a Koeman a hacer cambios en el descanso. Ante la Real Sociedad también vio puerta.
Un jugador más maduro
En aquella charla con ABC, Carrasco identificó algunos aspectos que podía mejorar en el futuro. «Quizá deba elegir
Carrasco celebra un gol con la camiseta del Atlético. Lleva 6 tantos en esta Liga mejor mis momentos. Antes, cuando era más joven, hacía más locuras y no pensaba tanto. Ahora pienso más y eso es positivo». En efecto, el talento permanece adherido a sus botas, pero está más que nunca al servicio del equipo, tal y como se pudo ver el pasado domingo contra Osasuna. En la pausa para la hidratación de aquel partido, Simeone tomó la palabra para pedir «cabeza fuerte» y «tranquilidad». «El gol va a venir», dijo. El Atlético necesitaba dos tantos y solo quedaban diez minutos, pero acabó remontando el partido en una de las últimas jugadas, en la que Carrasco, otra vez, fue decisivo. Un desmarque por la derecha, un detalle técnico para despistar al defensor y la paciencia para esperar a dar el pase perfecto a Luis Suárez. Después, la locura en el césped. Con seis tantos y nueve asistencias, Carrasco se ha destapado como uno de los mejores jugadores de la Liga. Eléctrico, regateador y veloz, cuenta también con una pegada que ha marcado la diferencia en los últimos partidos. Sin embargo, más allá de sus notables cifras en ataque, el belga se ha ganado a Simeone por su regularidad y su compromiso con el grupo, capaz de desempeñarse en varias posiciones distintas en función de lo que necesitaba el equipo. Empezó la temporada como extremo izquierdo para luego hacerlo de carrilero, justo cuando más solidez mostró el Atlético. Esta posición le exige constantes ayudas defensivas, tarea que el belga ha cumplido con nota. Un sobreesfuerzo que no ha mermado su característico desborde. Carrasco ha rendido en todas las posiciones. A falta de noventa minutos para que acabe la Liga, el jugador atraviesa su mejor momento de forma. Tanto es así que por su figura pasan buena parte de las opciones de un título que el Atlético ve más de cerca gracias a sus últimas actuaciones, elogiadas también por su seleccionador: «Se ha desarrollado como ser humano y ha madurado mucho», desveló Roberto Martínez esta semana. La Liga sería el broche final a una magnífica temporada.