«Los comuneros lucharon por alcanzar la libertad política y social»
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El catedrático de la Universidad de León y comisario general del proyecto «El tiempo de la libertad. Comuneros V Centenario», Salvador Rus Rufino, ofreció ayer en el salón de actos de las Cortes Regionales, en Valladolid, la ponencia inaugural del congreso internacional homónimo que hasta mañana abordará el movimiento desde una perspectiva multidisciplinar. En su exposición, bajo el título «Monarquía Universal versus imperio. Dos formas de gobierno en conflicto», diseccionó de forma pormenorizada el «choque de mentalidades» que se produjo hace quinientos años, «entre el deseo del monarca de ocuparse de su heredad en Europa y de las obligaciones imperiales y la exigencia de los castellanos de ocuparse de las posesiones territoriales de la Corona de Castilla».
Según expuso, las exigencias de los comuneros se centraron en tres puntos: «Incrementar el protagonismo del cuerpo político, básicamente el pueblo, en el gobierno del reino; establecer mecanismos de control del ejercicio de los cargos en la administración del reino; y evitar el ascenso de extranjeros a puestos claves de la administración».
«Los comuneros lucharon por alcanzar la libertad política y social de los súbditos del rey, que no querían cambiar su condición de súbditos, sino que exigían ser gobernados por un monarca que asumiera las responsabilidades y los deberes inherentes a su condición de monarca. La libertad para el movimiento comunero consistía en la capacidad del individuo para participar en el gobierno de la Comunidad, decidir sobre el orden político y formar parte del poder. Es decir, disfrutar de la autonomía y del autogobierno», señaló.
El experto, coordinador general del congreso, afirmó que, por la manera en que resolvió su abdicación, «Carlos V reconoció en 1555 que la reivindicación de los comuneros tenía sentido y era necesario disociar la Corona de España y la dignidad imperial». «Una misma persona no podía gobernar territorios tan diferentes, dispersos y complicados. Fue el reconocimiento de la monarquía universal española que se conocerá como Monarquía Hispánica,
«Un periodo crucial» El presidente de las Cortes destaca que fue un movimiento «crucial» para «el devenir de Castilla y León»
que no estuvo diluida ni confundida con el imperio, pero fue su mejor aliada en todas las circunstancias históricas y políticas que se vivieron en Europa hasta el cambio de dinastía en el siglo XVIII», sentenció.
Un sueño hecho realidad
Antes de iniciar su exposición, Rus reconoció las muchas dificultades por las que atravesó la celebración del quinto centenario del movimiento comunero, debido a la pandemia. «Nos llegamos a plantear la duda de si debíamos seguir o no adelante, y siguiendo el lema de Carlos, plus ultra, más allá, empezamos a caminar con la incertidumbre y al final lo conseguimos, porque nos arriesgamos y lo que era un sueño ahora es una realidad», señaló.
Antes de Rus, el presidente de las Cortes Regionales y de la Fundación de Castilla y León, Luis Fuentes, aseguró que el movimiento comunero fue «un periodo crucial» del «pasado» para «el devenir de la Comunidad, España y el mundo» y que «merece ocupar un lugar destacado en los libros de la historia universal». Así lo apuntó en su intervención en «un congreso de primerísimo nivel, que reúne a catedráticos y especialistas de las universidades y centros de investigación más prestigiosos, españoles y europeos», como la Sorbona, el CSIC, la University of Sheffield o el Institut Max Planck de Frankfurt. «Hemos superado con creces todas las expectativas», señaló Fuentes, informa Ical.
Mañueco: «La llama pervive»
Mientras, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, aseguraba que los ideales y «la llama» desplegada por el movimiento comunero hace 500 años «pervive y sigue muy viva y se proyecta hasta nuestros días» y subrayó, entre ellos, su apuesta por la equidad fiscal, el buen gobierno o el servicio a las personas. «El movimiento comunero es pasado y futuro que confluyen en Castilla y León», afirmó Fernández Mañueco durante su intervención en el acto de inauguración del Congreso, donde destacó que los comuneros se caracterizaron por «un profundo amor a su tierra» y por el bien público como se ha visto ahora en «el sacrificio» de los actuales castellano y leoneses para superar la pandemia de coronavirus, por lo que incidió en que este hecho histórico, símbolo de la identidad de la Comunidad que celebra su fiesta el 23 de abril, en la batalla de Villalar, mantiene hoy en día un ideario que «está en plena vigencia».