Exteriores niega que existan documentos del traslado de Ghali

▶ La falta de registros oficiales apuntala el carácter clandestino de esta operación

Hace un mes trascendió que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, había sido acogido por España para que recibiera atención sanitaria en un hospital de Logroño. La reacción de Marruecos no se hizo esperar y culminó con la llegada de miles de marroquíes a la Ciudad Autónoma de Ceuta en una avalancha migratoria sin precedentes. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores niega tener documentos oficiales relativos a una operación que, a la postre, ha provocado una profunda crisis diplomática con el país vecino.

Así queda reflejado en la respuesta que el gabinete que dirige Arancha González Laya dio a una petición de Transparencia

impulsada por ABC. En ella, y justo después de que estallara la polémica, se cuestionaba al Ministerio por varios documentos que podrían servir como prueba para esclarecer qué papel jugó el Gobierno y cada uno de sus gabinetes en esta operación.

«No existe documentación alguna sobre las cuestiones solicitadas», respondió Exteriores a la petición, que se formuló a finales de abril. Concretamente, se pidió información al ministerio en tres sentidos. Por un lado, la documentación en base a la que Exteriores «adoptó la decisión de permitir la entrada en España de Brahim Ghali» y su posterior ingreso en un hospital de Logroño. También fueron reclamadas «las comunicaciones efectuadas a otros ministerios o juzgados comunicando la estancia en territorio español» del líder polisario. Y, por último, se solicitaron los expedientes que acreditaran o no una hipotética inmunidad judicial para Ghali.

A día de hoy no queda ninguna duda de que Ghali fue acogido por España y tampoco de las consecuencias que ha tenido este movimiento. Igualmente, y como avanzó este diario, también se ha sabido que en el seno del Gobierno hubo discrepancias ante cómo afrontar esta cuestión: el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se opuso frontalmente a que el líder polisario fuera acogido al intuir cómo podría actuar Marruecos en respuesta. Pese a ello, el presidente del Gobierno aprobó el traslado de Ghali.

Fuentes diplomáticas consultadas por este diario insisten en que no existe documentación alguna sobre la acogida de Ghali, lo que apuntala el carácter clandestino de la operación, un movimiento arriesgado a nivel diplomático que ha sido el detonante de un serio problema migratorio.