ABC (Castilla y León)

Bañera, lianas, pelotas... Así es hoy un parto respetado

▶Son procesos que tienen lugar fuera del quirófano y solo aptos para nacimiento­s de bajo riesgo y mujeres sin enfermedad­es previas importante­s

- CARLOTA FOMINAYA MADRID

ntes las mujeres daban a luz en espacios quirúrgico­s, fríos, verdes, hostiles y, la mayoría de las veces, inmoviliza­das de cintura para abajo con la epidural. Ahora son muchos los hospitales que intentan crear espacios cálidos, con mobiliario­s parecidos a dormitorio­s de un hogar y donde se trata de consensuar los deseos de la mujer, su pareja, el ginecólogo y la matrona, por supuesto, bajo la premisa de que no esté en riesgo la seguridad de la madre y el bebé. Es lo que hoy se conoce como el parto respetado y, aunque no es una práctica generaliza­da porque está dirigida exclusivam­ente a nacimiento­s

Ade bajo riesgo, gana adeptas día a día.

Los cambios son muchos, empezando porque se pone el foco en facilitar la movilidad de la mujer. Es verdad que salas de parto como estas están enfocada a unas usuarias que tienen claro, reconoce Mónica Vizcaíno, ginecóloga de la Maternity Room del Hospital La Salud (Valencia), «que desean un parto consciente en el que las sensacione­s son el centro del proceso, y donde cuenten con elementos que le van a permitir disfrutar de la experienci­a de una forma más agradable. Sin duda, puedo asegurar que el 90 por ciento de las madres que hemos atendido han tenido finalmente un nacimiento sin analgesia epidural». En su lugar, pueden optar por el óxido nitroso inhalado como analgésico, «que produce una sensación placentera que ayuda a la relajación», explica.

Parto activo

Esto favorece el movimiento que, para Vizcaíno, «es el mejor aliado de un parto natural y de fácil progresión. Siempre insistimos a nuestras pacientes durante el embarazo en que se muevan, ejerciten la pelvis, hagan ejercicio. El parto es el día del ‘gran baile’, hay que bailar con el bebé. Dejar que la pelvis se abra y se distienda para dar paso al recién nacido. Eso es imposible con la madre hiperanalg­esiada y tumbada en la cama durante todo el proceso. Aunque la paciente finalmente decida ponerse epidural, al menos durante la primera fase del parto, es recomendab­le el movimiento y tener una actitud proactiva».

De hecho, si hace años sería impensable tener a una mujer en pleno proceso de parto sujetándos­e de pie a una liana, ahora este elemento es una muestra más de la revolución conceptual y arquitectó­nica que han experiment­ado las maternidad­es. «Nos hemos dado cuenta de que es un elemento fundamenta­l de sostén, facilita la verticalid­ad, el movimiento y eso es sinónimo de progresión del parto», apunta esta doctora.

En esa línea de parto activo, muchas mujeres hoy en día optan por utilizar la bañera, un elemento sin autorizar en la mayoría de los hospitales españoles. «Podría decir que es, sin duda, el elemento estrella de nuestra sala, con gran éxito entre las madres». La mayoría de ellas, con experienci­as difíciles en los nacimiento­s de sus hijos anteriores.

Es el caso de Sandra M., que optó por el parto en el agua para su segundo bebé. «El primer embarazo lo llevé bastante mal. El parto duró varios días y tuve una recuperaci­ón y una lactancia horribles. Con el segundo no las tenía todas conmigo, pero empecé a informarme, hice yoga prenatal... En definitiva, me preparé para hacerlo en movimiento, estuve caminando por la habitación, subida encima de la pelota... y acabé dando a luz sumergida en la bañera. El agua caliente te ayuda a relajarte, contribuye a dilatar y a que disminuya el dolor. De hecho, al final no me puse ni la epidural, y estuve entrando y saliendo de la bañera hasta que encontré la postura idónea, que en mi caso era medio tumbada. La recuperaci­ón fue fantástica, y a la dos horas me hubiera levantado a dar un paseo. Fueron dos mundos diferentes», relata esta mujer.

La realidad es que este tipo de nacimiento­s, reconoce Mónica Vizcaíno,

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ABC El parto en el agua por el que optó Tatiana (en la imagen) es minoritari­o, según reconocen los expertos

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