Fernando Roig, del negocio a la pasión
El presidente amarillo, el más longevo del fútbol español, aspira a culminar el trabajo de un cuarto de siglo
n la vuelta de la semifinal ante el Arsenal, minutos antes de saltar al Emirates, Unai Emery dirige en el vestuario su última charla a los futbolistas del Villarreal. Pocas cosas se pueden decir para motivar a unos jugadores que ven el cielo tan cerca, pero el técnico vasco aún encuentra un argumento para tocar la fibra de sus jugadores: «Es la final que le debe el fútbol a Fernando Roig. El presi se lo merece».
Es difícil encontrar un equipo con una comunión tan profunda entre sus futbolistas y la dirigencia. Y en realidad la receta es fácil: confianza, cariño y pagar al día. Roig practica las tres desde que hace 24 años decidiera invertir en un pequeño club, entonces en Segunda, que apenas congregaba 2.000 espectadores cada domingo. Ahora, casi un cuarto de siglo después, el Villarreal se codea con la élite europea y maneja un presupuesto de 117 millones de euros, el séptimo más alto del fútbol español. Nadie cuestiona que el máximo responsable de este crecimiento es un presidente al que, por cierto, el Covid ha estado a punto de jugarle un mal trago. Dio positivo a principios de la semana pasada, justo después de recibir la primera dosis de la vacuna. Por fortuna se recuperó a tiempo para subirse al avión rumbo a Gdansk junto al resto de la expedición amarilla.
ECon Roig al frente el Villarreal suma ya 21 temporadas en Primera. El pequeño El Madrigal se ha convertido hoy en el flamante Estadio de La Cerámica, con capacidad para 25.000 espectadores. Y a falta de una, cuenta ya con dos ciudades deportivas en las afueras de la ciudad, más de 70.000 metros cuadrados de campos de entrenamiento para los 32 equipos que conforman su ecosistema. Ahí se encuentra también la joya de la corona, una residencia para 100 niños sobre los que Roig quiere cimentar el futuro del club. El desarrollo de la cantera es una apuesta personal de Roig cuyo máximo exponente hoy es el internacional Pau Torres.
Pero Roig es también el hombre de los fichajes ilustres (Palermo, Riquelme, Senna, Forlán...) y de las cuentas saneadas. El Villarreal no tiene ningún crédito abierto con entidad bancaria alguna y todas sus instalaciones están pagadas, incluido un estadio que sigue siendo de titularidad municipal. Tras el inesperado descenso en 2012, el presidente decidió «limpiar todo y empezar de cero». Vendió un 2,4% de sus acciones en Mercadona y recapitalizó el club. Los éxitos volvieron; las deudas, no.
Hoy en día, Roig presume de ser el presidente más longevo de España y también uno de los que mantienen una trayectoria más solvente. Tras cuatro semifinales europeas, una de Champions y tres de Europa League, la guinda es esta final. Y ya se sabe lo que hay que hacer en las finales.