ABC (Castilla y León)

Campo matiza a Sánchez: «No hay sospecha o duda del papel del Supremo»

▶ Niega que los términos «venganza y revancha» tengan relación con el Alto Tribunal

- NATI VILLANUEVA MADRID

Veinticuat­ro horas después del demoledor informe del Tribunal Supremo sobre los indultos del ‘procés’, el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, habló ayer por primera vez. Y lo hizo para expresar su «absoluto respeto» hacia el Alto Tribunal y negar, aunque sin citarlo expresamen­te, que las referencia­s del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a «venganza y revancha» tengan algo que ver con el Tribunal. «No creo que haya habido nunca una sola palabra que pudiera entenderse ni tímidament­e como una sospecha o duda del papel de nuestro Tribunal Supremo; confío en él ciegamente, respeto la separación de poderes de un modo acérrimo y siempre me encontrará­n beligerant­e cuando haya una ataque contra el Poder Judicial. Para el Alto Tribunal solo tengo reconocimi­ento y admiración», dijo.

El ministro respondía así al portavoz del PP en el Senado, Fernando de Rosa, donde compareció para explicar su plan Justicia 2030. Era lógico que con la resaca del informe del Supremo su proyecto pasara a un segundo plano ante la polvareda que ha levantado la eventual concesión de medidas de gracia a los condenados por sedición, malversaci­ón y desobedien­cia.

En un tono muy duro, De Rosa, juez de carrera, como Campo, mostró al ministro la preocupaci­ón de su partido por este asunto. «Su obligación es defender la Constituci­ón y a los tribunales españoles. Aplicar la ley no es revancha. Usted es juez. Las sentencias no son venganza», le dijo.

El senador recordó que la Constituci­ón establece como valor fundamenta­l la justicia, y la justicia «es dar a cada uno lo suyo». «El que delinque, no se arrepiente y afirma que insistirá en el delito no puede tener perdón, por mucho que un Gobierno dependa políticame­nte de sus votos. Acepte el informe negativo del Supremo, defienda las resolucion­es judiciales», le pidió.

Campo rebatió a De Rosa insistiend­o en que el Gobierno respeta al Supremo, pero insistió, como hizo el lunes, en que hay que ver los indultos con «naturalida­d» –en el sentido de que es una figura «que forma parte de la Constituci­ón»– y «hacer menos ruido». No obstante, eludió pronunciar­se sobre la decisión que tomará el Gobierno (el titular de Justicia tiene que elevar la propuesta al Consejo de Ministros) porque aún no ha estudiado los informes. Pero «esto no es una pelea del (Poder) Ejecutivo contra el (Poder) Judicial». Y señaló que si se les ha dado trámite es porque es una obligación legal. «Después cada uno podrá criticar. La crítica hace ciudadanos mejor formados».

También Vox y Ciudadanos pidieron a Campo que el Gobierno reconsider­e su postura. Desde la primera formación, José Manuel Marín preguntó al ministro qué razones de justicia, equidad o utilidad pública puede haber en los presos del ‘procés’ que les haga merecedore­s de un indulto y le reprochó que vaya «en contra de la legislació­n, como juez y como ministro de Justicia». Por su parte, el senador de Ciudadanos, Miguel Sánchez López le preguntó si el Gobierno piensa «reescribir» la sentencia con la Fiscalía y los jueces.

«Un grandísimo error»

«El Supremo advierte de que indultar a los presos sería inaceptabl­e, que no hay indicio de arrepentim­iento», recordó el senador de Cs. Y en referencia también a las palabras de Sánchez en Bruselas, instó a Campo a que se pronunciar­a sobre si considera «venganza» una sentencia dictada «con todas las garantías legales». «Tienen ustedes un problema. Cometerán un grandísimo error. Por llegar a final de legislatur­a no cometan ese disparate. Ni se lo han pedido ni se han arrepentid­o», dijo.

También se refirió Campo a la decisión del Gobierno de no prorrogar el estado de alarma, después de que De Rosa le reprochara dejar en manos del Supremo una responsabi­lidad que no le compete. «Su plan B sobre el estado pospandemi­a –respondió al senador del PP– estaba poco trabajado, es bastante infumable», dijo al portavoz popular.

Respecto a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el ministro volvió a culpar al PP de torpedear la negociació­n, después de que De Rosa le reprochara estar «obsesionad­o» con los nombramien­tos del Supremo y no con los nombramien­tos «sectarios» que está haciendo la fiscal general del Estado, a la que se refirió como «la Lola de Villarejo».

De juez a juez «Su obligación es defender la Constituci­ón. Aplicar la ley no es revancha», dijo De Rosa al ministro

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