Macron admite la «clara responsabilidad» de Francia en el genocidio de Ruanda
▶ El presidente galo busca con su visita oficial restablecer las relaciones con Kigali
Emmanuel Macron ha reconocido la histórica y «abrumadora «responsabilidad» de Francia en el genocidio que la mayoría hutu consumó contra la minoría tutsi, en Ruanda, en 1994, siendo presidente François Mitterrand.
Tras dos décadas de «incomprensiones», trágicas sospechas e investigaciones, el presidente Macron inició la mañana del miércoles un histórico viaje a Ruanda, pronunciando un solemne discurso ante el Memorial del Genocidio, en Kigali, donde reposan los restos de más de 250.000 del millón de víctimas asesinadas, con la complicidad pasiva del Ejército francés.
Acompañado del presidente de Ruanda, Paul Kagame, que lideró la resistencia y la rebelión tutsi que puso fin al genocidio, Macron hizo esta declaración solemne:
«Francia no fue cómplice, pero tiene un papel, una responsabilidad y un deber hacia Ruanda: mirar la historia de frente y reconocer el sufrimiento infligido al pueblo ruandés. Francia no comprendió que estaba junto al régimen que consumó el genocidio. Ignorando las alertas de los observadores más lúcidos, Francia tuvo una responsabilidad abrumadora».
Utilizando un lenguaje sencillo, calladamente ambiguo, el presidente francés, espera que su reconocimiento solemne de las culpas francesas, sean una suerte de «invitación» al «perdón» de Ruanda y sus víctimas.
Varias organizaciones humanitarias, sin embargo, han lamentado que Macron evitase denunciar la complicidad del Estado en unas matanzas cuyos atroces fantasmas siguen persiguiendo a quienes las denunciaron, en su día.
Raphaël Glucksmann, eurodiputado, hijo del filósofo André Glucksmann, ha saludado como positivo el gesto de Macron, recordando su propia experiencia humanitaria: «Yo tenía veinte años. Y todavía me veo rescatando cadáveres en una fosa común, en Kigali. Todavía me persigue el olor de los cadáveres en putrefacción. Había ropas ensangrentadas de mujeres violadas. Y un país entero tapizado de cadáveres. Y el Estado francés estaba del bando de los genocidas».
La visita oficial y el breve discurso de Macron, ante el Memorial del Genocidio, aspira a poner fin a una «incomprensión dramática», abriendo una «nueva página» de las relaciones de