La redención de Raúl Albiol
▶ El veterano central ha sido decisivo en el éxito europeo del Villarreal, al que se unió seducido por el proyecto de Roig
Raúl Albiol (Valencia, 4-9-1985) es un tipo alegre y divertido a pesar de que en la final de Gdansk (Polonia) se ganó el respeto de los rivales del Manchester United ayudado por esa espesa barba que cubre su rostro y con la que ha dado una imagen de chico duro a lo largo de toda la temporada. Nada más lejos de la realidad porque el pelo no puede ocultar su sonrisa. Bromista, el carácter latino le ayudó a encajar de maravilla en el sur de Italia cuando en 2013 se decidió a firmar por el Nápoles, el club que abandonó seis años después, a pesar de que tenía un año más de contrato y era feliz en la cuna de la pasta, para embarcarse en el proyecto que le ofreció el Villarreal. Vuelta a España que no tuvo nada que ver con un ataque de morriña por estar cerca de casa ni con una oferta económica irrechazable, sí con un factor de confianza, la que siempre le ha transmitido Fernando Roig. El presidente del equipo amarillo, que un año antes había llamado a su puerta, triunfó con sus dotes de convicción en la segunda intentona y el defensa acabó dando el ‘sí, quiero’ en el verano de 2019 con la ilusión de intentar ganar un título en el estadio de La Cerámica.
El mismo sueño que compartía con la afición de una población de poco más de 50.000 habitantes que este miércoles se convirtió en la más pequeña en lucir una estrella de campeón en una competición continental, la Liga Europa. Un éxito en el que el central aportó su liderazgo, veteranía y empuje en los momentos de mayor dificultad. También su gol en una tanda de penaltis que resultó tan emocionante como agónica. Veintidós lanzamientos. «Si lo llegamos a saber lo ensayamos, pero ni ayer ni el otro día lo entrenamos. Hemos estado perfectos, increíbles, y eso que yo no tiraba un penalti desde infantiles», afirmó entre risas, fiel a su carácter jovial.
Para Albiol no fue fácil abandonar Nápoles, donde celebró dos títulos y se ganó el respeto de la afición por su entrega. La que ha ofrecido en sus dos temporadas en el Villarreal, el equipo en el que ha encontrado una nueva motivación y en el que este curso ha recuperado su versión más competitiva. Aquella que le llevó a disfrutar de la época dorada de la selección levantando un Mundial y dos Eurocopas.
Pareja con Pau Torres
En la final ante el Manchester United, cobró protagonismo a pesar de que el Villarreal tuvo un brillo coral. Seguro por alto, rápido en el corte y atento a las coberturas, Albiol, capitán y titular para Emery a lo largo de la temporada, ha encontrado en Pau Torres el complemento ideal en el centro de la zaga. Veteranía y juventud, hoy y mañana. Una simbiosis que en los últimos meses había devuelto al valenciano al escaparate de la selección, aunque Luis Enrique finalmente ha decidido no incluirlo en la lista para la Eurocopa, en la que sí estará Pau.
Con Raúl Albiol y futbolistas como los exvalencianistas Dani Parejo o Coquelin, llegados el pasado verano, el Villarreal ha dado un paso más al frente en su progresión y se ha convertido, por fin, en un equipo con palmarés. La experiencia de estos tres veteranos ha contagiado tranquilidad a los jóvenes en los momentos en los que surgieron las dudas en una Europa League en la que los castellonenses han acabado inmaculados porque la han cerrado sin conocer la derrota.
Un caso curioso el del Villarreal, que ha inaugurado el palmarés internacional sin tener ningún trofeo nacional en sus vitrinas. Diecisiete años después de ganar la UEFA con el Valencia, su primer éxito, Raúl Albiol volvió a sonreír en la final polaca de Gdansk. No fue extraño, es su carácter.