El TSJ tumba el deseo de la Junta de limitar las reuniones a seis durante la madrugada
▶ Cree que la restricción, que pretendía frenar botellones y fiestas, «no está justificada ni resulta proporcional» ▶ El Gobierno regional descarta recurrir al Supremo un auto que «demuestra que no hay herramientas» Es «probable» que en una semana toda la
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha acordado no autorizar a la Junta limitar a seis el número máximo de personas no convivientes que se pueden reunir en espacios públicos o privados entre la una y las seis de la madrugada. La restricción formaba parte del acuerdo del Consejo de Gobierno del pasado 20 mayo por el que la Comunidad en su conjunto pasó a la fase 3 del nivel de riesgo, lo que permitió aliviar las limitaciones, si bien se incluyó la ya rechazada aunque con la intención de no ponerla en marcha hasta contar con la autorización del TSJ.
La prohibición de reuniones de más de seis personas en esa franja horaria buscaba, sobre todo, frenar los botellones y las fiestas privadas, habida cuenta de que a la una de la madrugada los establecimientos hosteleros están obligados a cerrar. Sin embargo, el tribunal ha echado por tierra las intenciones del Gobierno autonómico al considerar que la medida «no está debidamente justificada ni resulta proporcional».
Diferencias entre provincias
La Sala de lo Contencioso-Administrativo, que ha dictado el auto, estima que la limitación se establece para su aplicación en todo el territorio de la Comunidad aunque, al mismo tiempo, se reconoce que la situación epidemiológica es muy distinta de unas provincias a otras hasta el punto de que se puede triplicar el dato de incidencia acumulada. De ahí que el TSJ entienda que «no se justifica en modo alguno los motivos por los que existiendo estas notorias e importantes diferencias, la medida se pretende generalizar sin distinción». También se recoge que no está justificado el ámbito temporal de la limitación, que se fijó en siete días, ya que no se trata sólo de establecer un periodo de vigencia, sino también explicar los motivos por los que con ese tiempo se puede lograr la finalidad perseguida. «Nada se expone en la petición a este respecto pues en ella el tiempo de duración se indica únicamente a modo de cumplimiento formal».
Otro de los argumentos para rechazar la medida es que se apoya en el predominio de casos en brotes de ámbito familiar, social y especialmente mixto, «pero a la vez se detalla que los indicadores sanitarios muestran una progresiva mejora, lo que ha dado lugar a la modulación de algunas otras restricciones. «Pretender ahora la implementación de éstas con carácter general en toda la Comunidad supondría una suerte de relajación de medidas que no afectan a derechos fundamentales a costa de las que sí inciden en ellos», señalan.
El próximo jueves se cumplen las dos semanas fijadas por la Junta como plazo mínimo de estancia en una fase antes de rebajar la alarma y en consecuencia relajar restricciones desde que toda la Comunidad pasara a nivel 3. Ahora la desescalada será por provincias pero se espera que sea homogénea para el conjunto de Castilla y León y «lo más probable» es que las nueve estarán en condiciones de avanzar hasta la 2, según anunció yer el vicepresidente
También se expone que por la franja horaria establecida, la medida se dirige especialmente al control el denominado «ocio nocturno», de forma que entre la una y las seis de la madrugada es donde se produce más encuentros y se relaja la prevención, a lo que se une el consumo de bebidas alcohólicas que no hace posible el uso de la mascarilla y provocan cierta desinhibición. En este punto, el TSJ concluye que el consumo de alcohol está prohibido en la vía pública, por lo que «esta circunstancia no puede servir de justificación a la medida pretendida». Por último, la Sala recoge que «la medida no solo afecta al derecho de reunión sino también al derecho y portavoz de la Junta.
Ello pese a que la evolución es dispar. En el conjunto de la Comunidad la incidencia es de 131,24 casos por cada 100.000 habitantes a catorce días, y mientras en muchos municipios se está ya con tasas de nueva normalidad, en otros como Burgos se superan los 189 casos. Se están dando repuntes en varios territorios, pero estarían «básicamente a expensas de población joven y queremos ver su repercusión», apuntó Igea, quien remarcó a la libertad y a la intimidad personal y familiar, por lo que la búsqueda de medidas alternativas menos intervencionistas es obligada».
El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, descartó que se fuera a recurrir al Supremo el auto del TSJ que «demuestra que no hay una herramienta, como decía el Gobierno», para adoptar nuevas medidas tras el estado de alarma. En este sentido, recordó cómo hay comunidades como Valencia, donde la incidencia de contagios es mucho menor, en la que aún hay toque de queda mientras que en Castilla y León una propuesta «mucho menos restrictiva» ha sido rechazada por el alto tribunal. que, de momento, no están teniendo especial afección entre los mayores de 60 –entre los que el Covid causa más estragos–, ni repercusión asistencial ya que no se están «traduciendo en hospitalización». Si esto se confirma en esta semana que viene en la que se vigilarán con «atención» todos los indicadores, ese incremento de contagios «no sería preocupante» ni impedimento para variar a fase 2.
El principal cambio que implica esta desescalada tiene que ver con los aforos. En hostelería y restauración aumentan del 50 al 75 por ciento, aunque seguirá sin poderse consumir en barra. La máxima ocupación por mesa o agrupación de mesas será de 10 personas y el horario de apertura interior se extiende a la una.