La recuperación de la línea férrea Madrid-Aranda-Burgos es clave para el Corredor Central Norte
a geografía española cuenta con más de 10.500 kilómetros de línea convencional de ferrocarril. Sin embargo, hay 280 que hace diez años quedaron en suspenso. Un hundimiento en el túnel de Somosierra dejó atrapada una máquina, pero también provocó el abandono de hecho de una vía que sigue siendo parte de la Red Ferroviaria de Interés General del Estado, de la que solo se utilizan 25 kilómetros para transporte de viajeros como cercanías desde Madrid hasta Colmenar Viejo, y los 96 kilómetros que unen Aranda con la Nueva Variante Ferroviaria de Burgos, pero solo para mercancías. Los otros 159 kilómetros, desde Aranda de Duero (Burgos) hasta Colmenar Viejo (Madrid), son un trazado abandonado.
La reapertura del ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos, al menos para mercancías, es una aspiración desde hace años. Acortaría el actual recorrido, que se desvía desde Burgos a Valladolid y Ávila, antes de llegar a Madrid, y conlleva un aumento del coste logístico. Por ello, los empresarios de todo el trazado apoyan una campaña para su reapertura, clave para poner en valor el Corredor Central-Norte Ferroviario, desde el puerto de Algeciras a los puertos de Bilbao y Pasajes, con la salida a Francia. Hasta ahora, de nada han valido los informes económicos insistiendo en la necesidad de su reapertura.
Partidos políticos e instituciones del trazado insisten en la necesidad de reabrir la
Llínea, inaugurada en 1968 por Franco como la conexión más directa entre Madrid y el País Vasco. Era rentable hasta comienzos de la década de 1990, cuando comenzó su decadencia y una reducción del tráfico. El descarrilamiento de un talgo en 2010 y el desprendimiento de una bóveda en el citado túnel de Somosierra, en 2011, que atrapó una bateadora bajo los cascotes, provocó el cierre de esa parte esencial del recorrido. Aunque la normativa ferroviaria obliga al mantenimiento de todo el tendido, el túnel no se ha reparado y se ha ido deteriorando por las filtraciones de agua, agravadas por el taponamiento de las bocas, argumentando que se quería evitar más vandalismo.
La Cámara de Comercio de Burgos encabeza ahora un movimiento para intentar retomar la reapertura con los fondos de recuperación y resiliencia europeos. En las últimas semanas, representantes políticos de Burgos en las instituciones de Castilla y León y estatales han participado en encuentros en los que se han comprometido a avanzar de manera consensuada. De hecho, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, se comprometió hace unos días en Burgos a «mirar con interés» el proyecto, y la Junta de Castilla y León aprobó en Consejo de Gobierno calificar el corredor como ‘acción de especial trascendencia y urgente necesidad’. Esto supone que la reapertura del tren directo Madrid-Aranda-Burgos centrará el proyecto que la Administra
Las cámaras de comercio del trazado, puertos como Algeciras, Bilbao y Pasajes y empresarios del sector logístico van en la misma dirección, junto a ayuntamientos y comunidades autónomas. Uno de los firmes defensores es el presidente de la Cámara de Comercio de Burgos, Antonio Miguel Méndez Pozo, quien indica que «es algo muy defendible y no estamos pidiendo nada». Asegura que la reapertura de esta línea supondría un ahorro de más de 86.000 kilómetros anuales, según los cálculos estipulados por el puerto de Bilbao, al que llegaron el pasado año 860 trenes de Madrid con el «rodeo» de 100 kilómetros que supone el desvío por Ávila y Valladolid. El siguiente paso, que aún no tiene fecha, será una reunión «al más alto nivel» con los gobiernos regionales del País Vasco, Castilla y León, Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía «para sumar apoyos» a un proyecto deseado pero de futuro incierto.
No están solos