EL GOBIERNO LLEVA A LA EMPRESA DE CABEZA AL BARRANCO
Sánchez se viene arriba y promete una NASA a la española mientras la economía y el tejido empresarial se acercan al precipicio por una gestión de otro planeta. Visto lo visto con Indra, ‘Moncloa, tenemos un problema’.
dos con una menor oferta de vivienda». «A veces se utiliza el control de los precios del alquiler como herramienta que favorece la integración social; este resultado no está respaldado por pruebas», sentencia el informe. Lo que sí observa el FMI es que prima a los «inquilinos con alquileres más largos en el tiempo», como puede ser el caso del decreto-ley que aprobó el Gobierno en 2019 elevando el número de años mínimo de tres a cinco y acotando las subidas de precio al IPC.
La receta del FMI pasa por incrementar notablemente la vivienda social. Precisamente esta semana la OCDE propinó otro tirón de orejas a España en este ámbito, al señalar que el ‘stock’ de vivienda social de alquiler era «uno de los más bajos de Europa», con un 1,1%, frente a la media del 6,6%.
Más viviendas sociales
El Gobierno es consciente de esta disparidad con el resto de Europa y por ello ha impulsado determinadas iniciativas para incrementar el parque de viviendas sociales españolas. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas, de hecho recoge el compromiso de invertir mil millones de euros en el desarrollo de viviendas sociales destinadas al alquiler social. La propia OCDE reclamó esta semana a España que destinara parte de los fondos europeos a incrementar su parque de vivienda social.
Además de los proyectos remitidos a Bruselas, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene entre manos desde hace unos años el ‘Plan 20.000’, que busca promover en los próximos años 20.000 inmuebles destinados a alquiler social en las principales ciudades españolas. Hace apenas unas semanas, el ministro del ramo, José Luis Ábalos, anunció en el Congreso que el objetivo de la legislatura completa sería sacar al mercado 100.000 viviendas sociales.
El departamento espera promover la colaboración con las promotoras para alcanzar esta cifra. Pero desde el sector destacan que este tipo de proyectos «no suelen encajar en los planes de negocio de las empresas por su escasa rentabilidad». Es por ello que distintas promotoras han reclamado al Gobierno que, además de alquiler social, promueva alquileres asequibles. «Una suerte de VPO que irían dirigidos a colectivos, como los jóvenes, que si bien pueden acceder al mercado actualmente pero que tampoco están en una situación de vulnerabilidad tan acuciante», explican fuentes del sector.
Esta semana han sido dos organismos internacionales los que han puesto negro sobre blanco la realidad del alquiler en España. Pero lo cierto es que las promotoras llevan años advirtiendo del difícil acceso a la vivienda para los jóvenes. Según Aedas Homes, el 90% de los jóvenes no tienen ingresos suficientes como para vivir solos. Una realidad que, según organismos como el Banco de España, impacta directamente en la creación de hogares nacionales y la pirámide demográfica.
E LGobierno fue a por lana en Indra y ha salido trasquilado. El presidente entrante –Marc Mutra– se queda sin poder ejecutivo. Y el presidente saliente –Fernando Abril-Martorell– mantiene el ascendiente sobre la pareja de CEO que gestionará la compañía –Cristina Ruiz e Ignacio Mataix–. Es lo que se dice hacer un ‘pan como unas hostias’. Por las prisas, que nunca son buenas consejeras y, sobre todo, por las malas artes políticas utilizadas y la falta del factor sorpresa. Y es que con el que se vendrá a llamar ya como el caso Indra en todos los manuales de las más prestigiosas escuelas de negocio sobre estrategia de asalto empresarial, el presidente Sánchez y su mano ‘redonda’ han enseñado ya claramente la patita –la pataza más bien– de lo que quieren hacer con el resto del tejido productivo español.
Casi un año llevan en ello. Porque desde el minuto uno los nuevos inquilinos de La Moncloa advirtieron a Abril-Martorell de actuar por libre y jugar a ser presidente independiente de una empresa del Ibex, olvidando que gestiona una compañía semipública con casi un 20% de capital estatal. Pero el entonces aún presidente de Indra, ni corto ni perezoso, respondía con un ERTE en pleno estado de alarma –sin tener en cuenta las recomendaciones dictadas por el Gobierno a sus empresas participadas–, y la propuesta de Rosa María García Piñeiro como consejera independiente. La gota que colmó el vaso.
Exactamente hasta hace un par de semanas mismo que empezó el runruneo y que acabó con dicho relevo este jueves pasado. Cual crónica de una muerte anunciada, que a buen emponzoñador pocas palabras bastan. Torpeza máxima. Ya Federico el Grande en el siglo XVII establecía la importancia capital de la sorpresa y la rapidez de la acción en las operaciones militares. Si se diseña el plan más complejo del mundo y se divulga, tu enemigo sabrá acerca de él y será fácil neutralizarlo. De hecho, el éxito de la consecución de un plan no es solo cerrar la bocaza desde principio a fin, sino que debería ser comunicado solamente al oficial encargado de la logística, y el resto de los detalles no comunicarse al resto de los oficiales salvo a tiempo para que lo puedan ejecutar correctamente... Pero nada, un secreto a voces. Y con un recambio que explica el nivel del ‘no’ equipo del Gobierno. Injerencia política que les ha costado a los accionistas en tan solo cuatro sesiones 200 millones, una indemnización millonaria a Abril-Martorell, el coste de una figura innecesaria (el nuevo presidente) y los dos CEO ejecutivos.
Y en estas que Iván ‘Godoy Refondo’ por fin decía en paralelo casi una medio verdad: que se tiraría por un barranco por Sánchez. Lo cierto es solo lo del barranco. Hacia ahí nos lleva. Eso y que empujará a toda España al abismo para mantenerse en la silla. Además de la imagen del precipicio, muy ilustrativa de lo que en verdad pasa por su cabeza, ha planteado la creación de una NASA española, lo cual es también muy lógico sabiendo como sabemos que tiene la cabeza en las nubes y en 2050. Por fin ha debido caer en la cuenta de que ha de mirar lejos de Moncloa si busca vida inteligente. Quizás nuestro Godoy sideral, tan dado al calco cinematográfico, está pensando en alcanzar el planeta Boz Piti, copiando al general Jedi Quinlan Vos cuando harto del asedio que sufría movió sus fuerzas y recursos a aquel mundo en busca de fortuna.
Crisis económica, pavor sanitario, fractura institucional y fratricidio
Pedro Sánchez, en uno de sus viajes en el Falcon social son algunos de los elementos que Sánchez, alias el de la Concordia, ha instalado en el país en apenas año y medio. Se dice pronto. Tal vez, con esa NASA ‘made in Spain’ tenga Redondo también previsto un arca de Noé para colonizar el nuevo mundo con su colección de ‘Smart people’, una colección de empresarios marcianos con los que colonizar la galaxia con el verdadero espíritu progresista y espíritu de coalición. «Valentía», pedía Iván ‘Refondo’ (europeo, claro; que paga Bruselas) para acometer semejante empresa. Y allí, entre el barranco y el universo, los ‘Smart’ ya podrían tener hasta su Indra con presidente ejecutivo; nada de ejecutivos de pacotilla sin capacidad de gestión. Bajo la bandera del apaciguamiento podría asentar las bases de una verdadera economía bolivariana interplanetaria, con los CEO galácticos aplaudiendo el ‘Plan España 2855’ hasta hacer sangrar las palmas.
Ahora que también el presi intergaláctico puede subir a su nave socialdemócrata a los independentistas, oportunamente reconvertidos en apaciguadores de pro tras unas clases magistrales impartidas por Diego ‘el de la Oficina’. Que se vayan preparando no solo las empresas controladas por el Estado –que ya lo han vivido en sus carnes, además de
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