Sánchez abre una reforma de la Constitución sin contar con Casado
▶ El PP rechaza ‘catar el melón’ de la Carta Magna con un Gobierno ‘Frankenstein’
El pasado 11 de mayo, el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de reforma del artículo 49 de la Constitución, relativo a los derechos de las personas con discapacidad en España. Tocar la Constitución siempre es algo extraordinario. De hecho, solo se ha modificado de manera muy puntual en dos ocasiones, en 1992 y en 2011, y siempre por consenso. Lo más llamativo en esta ocasión es que el presidente del Gobierno ni siquiera ha llamado al líder de la oposición para comentar y acordar el cambio que pretende introducir, y que excede lo tratado en una comisión parlamentaria.
Esta misma semana, en la sesión de control del Congreso, Bildu preguntó a Sánchez por su agenda de izquierdas y progresista frente a una derecha «envalentonada». En su respuesta, el presidente del Gobierno presumió de su trabajo este año, y junto a leyes como la de eutanasia y memoria democrática incluyó la modificación del artículo 49 de la Constitución, como uno de sus logros. En todo caso, Sánchez necesitará un amplio acuerdo para aprobar la reforma, ya que se requiere el apoyo mínimo de 210 diputados y 159 senadores (tres quintos de cada Cámara).
Acuerdo en el contenido
El artículo 49 de la Constitución de 1978 dice así: «Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos».
El Gobierno se apoya en el criterio que se utilizó en la Comisión para las políticas integrales de la discapacidad en otoño de 2018, basado en las recomendaciones de organismos internacionales, para sustituir el término «disminuidos» por «personas con discapacidad». El cambio puntual de un término por otro cuenta con el aplauso de los grupos de la Cámara, pero el pasado 12 de mayo, en la comparecencia de la vicepresidenta Carmen Calvo en la Comisión Constitucional, recordaron que en esa comisión no se llegó a ningún acuerdo, aunque sí se pidió consenso para cualquier modificación, y además sus trabajos forman parte de una legislatura anterior, que no vinculan a la actual al no incorporarse al ordenamiento jurídico.
El PP está de acuerdo en utilizar el término «personas con discapacidad» en el texto constitucional. Otra cuestión es que se pretenda abrir ahora el ‘melón constitucional’, algo que rechaza ante la deriva del ‘sanchismo’ y sus pactos ‘Frankenstein’: «Con este Gobierno no sabemos lo que vendría después». Además, en el PP ha causado sorpresa y malestar que el Gobierno haya formulado por su cuenta un nuevo artículo 49, mucho más amplio que el actual, con cuatro puntos, algo que ni siquiera ha consultado con el principal partido de la oposición.
En el proyecto del Consejo de Ministros, el artículo 49 queda redactado así: «1. Las personas con discapacidad son titulares de los derechos y deberes previstos en este Título en condiciones de libertad e igualdad real y efectiva, sin que pueda producirse discriminación.
2. Los poderes públicos realizarán las políticas necesarias para garantizar la plena autonomía personal e inclusión social de las personas con discapacidad. Estas políticas respetarán su libertad de elección y preferencias, y serán adoptadas con la participación de las organizaciones representativas de personas con discapacidad en los términos que establezcan las leyes. Se atenderán particularmente las necesidades específicas de las mujeres y niñas con discapacidad.
3. Se regulará la especial protección de las personas con discapacidad para el pleno ejercicio de sus derechos y deberes.
4. Las personas con discapacidad gozan de la protección prevista en los tratados internacionales ratificados por España que velan por sus derechos».
Como informó ABC, el Consejo de Estado consideró «perturbador» el primer borrador del Gobierno, previo a ese texto del proyecto. Según el órgano consultivo, contenía aspectos perniciosos, ociosos, inconvenientes y que generaban problemas de constitucionalidad, y La Moncloa introdujo algún matiz.
En el Grupo Popular consideran insólito e inadmisible que el presidente del Gobierno no haya buscado siquiera el consenso con el líder de la oposición. Hasta ahora resultaba impensable que se pudiera mover una sola coma de la Constitución sin que hablaran antes los principales líderes políticos, pero en esto Pedro Sánchez también ha cambiado las normas no escritas.
Fue el diputado diputado del PNV Mikel Legarda quien lanzó un aviso muy sincero a Carmen Calvo en la Comisión Constitucional, sobre lo que significaría tocar un artículo ahora: «Inevitablemente se va a abrir un melón de debate». Y resumió lo que los nacionalistas aprovecharán para poner sobre la mesa: «Pronostico el debate de los artículos 1 y 2 de la Constitución, el debate sobre la convocatoria de referéndum, el del famoso artículo que desfila, el artículo 8; sobre la Monarquía; el del mismo Título VIII...» Según el PNV, «va a resultar inevitable que al poner una cuestión encima de la mesa, al sacar una cereza del cesto, vayan a salir otras».
El PNV avisa «Va a resultar inevitable que al sacar una cereza de la cesta, salgan otras», advirtió a Carmen Calvo