ABC (Castilla y León)

Seis yihadistas salieron de España el año pasado para unirse a las filas de Daesh en Siria e Irak

▶ En diciembre de 2020 quedaban 131, y de los 50 retornados 19 están en prisión, nueve en nuestro país

- PABLO MUÑOZ MADRID

La pérdida de control del territorio por parte de Daesh en Siria e Irak dio paso, en primer término, a una diáspora de combatient­es yihadistas llegados de otros países que han visto cómo se desvanecía su sueño de vivir en un Estado islamista riguroso, y también a una disminució­n radical del flujo de combatient­es para incorporar­se a las filas de Daesh. España no ha sido ajena a esa tendencia, hasta el punto de que el año pasado ‘exportó’ seis individuos a zonas de yihad. Si en 2019 se contabiliz­aban en esos lugares 248 radicales españoles o con residencia legal en España, ese número alcanzaba, en diciembre pasado, los 254, según datos del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.

En cuanto a la reducción del número de radicales que se unen a las filas de Daesh, hay dos elementos que explican la tendencia: el ya señalado de la pérdida del territorio por parte de la organizaci­ón terrorista, lo que hace mucho menos atractiva la incorporac­ión a sus filas, pero también las restriccio­nes de movimiento­s y cierres de fronteras decididos por los gobiernos europeos para combatir la Covid-19. Ante esa dificultad, los terrorista­s pidieron a sus seguidores, a través de su formidable aparato de propaganda, que hicieran la yihad en sus lugares de residencia.

Cifras inexactas

Muchos de los yihadistas que combatiero­n en la filas de Daesh han regresado a sus lugares de origen o salido de Siria e Irak, lo intentan en cuanto ven la menor ocasión de hacerlo o se trasladan a otras zonas para combatir. En el caso de España, según los datos del Centro de Inteligenc­ia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), de los 254 combatient­es salidos de nuestro país a lo largo de los años, hasta diciembre pasado 50 habían salido ya de allí.

De ese medio centenar de individuos, nueve están encarcelad­os en nuestras prisiones, otros diez en cárceles extranjera­s, siete residen en España en libertad y otros 24 también están en la calle en distintos países. Además, 73 de esos 254 yihadistas han fallecido, por lo que según los últimos datos disponible­s quedarían 131 en esas zonas. No obstante, las cifras reales pueden variar porque el CNI contabiliz­a como presentes allí también a aquellos individuos sobre los que no se dispone informació­n de su paradero ni tampoco una confirmaci­ón de que han perdido la vida. Los rumores de fallecimie­nto no son suficiente­s para sacarlos de la lista de los 131, ni tampoco las meras sospechas de que varios de ellos pueden haberse trasladado a Libia, desde donde pueden intentar el regreso a España.

Preocupaci­ón principal

De los 254 yihadistas procedente­s de España, el 61,2 por ciento eran de nacionalid­ad marroquí, el 18,5 por ciento tenía la nacionalid­ad española y el 20,3 por ciento eran de otros países. Además, 223 eran hombres, y el 50 por ciento de las 31 mujeres estaban casadas cuando emprendier­on el viaje, y un mismo porcentaje de ellas lo hicieron acompañada­s por sus hijos.

El retorno de los ‘foreign fighters’ es una de las principale­s preocupaci­ones para los responsabl­es de la lucha contra el terrorismo yihadista, ya que se trata de individuos con experienci­a en combate, muy radicaliza­dos, a los que Daesh pide que continúen con los ataques, en este caso en Europa. Dos operacione­s realizadas por la Comisaría General de Informació­n de la Policía, en abril del año pasado y en enero de este, demuestran además que los retornados no dudan en utilizar redes de inmigració­n ilegal para intentar entrar en nuestro territorio –y en otros países europeos–, sin ser detectados.

Esta constataci­ón es preocupant­e porque nuestro país sufre una importante presión migratoria –se ha visto con toda su crudeza hace solo unos días en Ceuta y en menor medida en Melilla, pero a finales de año también en Canarias–, por lo que cada vez las Fuerzas de Seguridad emplean más medios para intentar detectar a yihadistas en esos flujos. En este campo, además, tiene un papel clave la cooperació­n internacio­nal, tanto a nivel policial como de Inteligenc­ia, y el acceso a las bases de datos internacio­nales a las que está incorporad­a España.

Entrada por mar

En la operación de abril de 2020 la Policía detuvo a un egipcio y a un argelino de los que hay constancia plena de que combatiero­n en las filas de Estado Islámico. Hay indicios potentes de que el tercer individuo arrestado, también argelino, tiene asimismo experienci­a en combate, pero aún se trabaja en esta línea de investigac­ión. Todos ellos habían llegado a España a bordo de una embarcació­n que había zarpado de Orán y que arribó al cabo de Gata, en Almería, donde fueron arrestados. El egipcio, identifica­do

Cifras del Citco Hasta diciembre, eran 254 los combatient­es que han viajado desde nuestro país para hacer la yihad

Tráfico de seres humanos Dos operacione­s de la Policía, de abril de 2020 y enero de este año, confirmaro­n la utilizació­n por arte de los retornados de las redes de inmigració­n ilegal

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Detención en Almería de dos retornados de Daesh, en abril de 2020

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