Planchar en laborable costará el doble que en fin de semana
El Gobierno ha decidido cambiar el mecanismo de fijación de los precios de la electricidad a partir de mañana, lo que va a suponer un encarecimiento general de las facturas ya que, para evitarlo, habría que cambiar los hábitos de consumo. Además, la nueva metodología, avalada por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia), llega en un momento en el que los precios de la luz están por las nubes.
El hecho de que a partir de ahora los precios tengan tres periodos (’valle’, ‘llano’ y ‘punta’) en días laborables –fines de semana y festivos nacionales son todo ‘valle’–, el importe de la factura del consumidor doméstico dependerá mayormente de las horas del día en el que se consuma más luz. El periodo ‘valle’ es un 95% más barato que el ‘punta’ y, este, un 25% más caro que el ‘llano’, según la CNMC.
Para evitar que la nueva factura de la luz haga un roto en el bolsillo se aconseja, siempre que se pueda, poner la lavadora, el lavavajillas, así como planchar, en los nuevos horarios ‘llano’ y ‘valle’. Este cambio de hábito será muy complicado con la vitrocerámica, el horno y los aparatos de climatización. más habitual, entre
8 y 17 horas, es ‘punta’ y ‘llano’, es decir, soportarán los precios más caros y medios. La tarifas más altas se registrarán todos los días laborables entre las 10 y 14 horas.
Es más importante cuándo se consume que cuánto
Lavar y planchar en fin de semana
¿Hay que mantener o bajar las potencias?
Contrato en el mercado libre
El precio para las empresas dependerá de cada mes
El cliente doméstico va a tener a partir de ahora dos potencias: una en horas ‘punta’ y otra en ‘valle’. La compañía eléctrica mantendrá la actual potencia contratada (2,3 kW, 3,45 kW, 4,6 kW, 5,7 kW, etc...) para los dos tramos, salvo nueva orden del consumidor. Se pueden hacer dos cambios gratuitos de potencia en los próximo doce meses. Desde Selectra aconsejan mantener la potencia habitual en las horas ‘valle’ para poder desplazar parte del consumo desde las horas ‘punta’ a las otras más baratas. En el caso de que el consumo supere la potencia contratada, ‘saltarán los plomos’ como sucede actualmente.
El nuevo sistema de facturación también afecta los contratos del mercado libre. Las comercializadoras deberán adaptar el precio fijado durante el periodo establecido –normalmente un año– para trasladar la variación del componente regulado de la factura. Es posible que las compañías esperen a que finalicen los contratos en vigor para actualizar los precios y las condiciones de los mismos. Alguna eléctrica tiene preparados ya más de 30 modelos distintos de contratos para ofrecer a sus clientes.
La pymes y grandes empresas con potencias superiores a 15 kW tendrán seis tramos de precios cada día y, además, dependerán de los meses según sea temporada ‘alta’, ‘media alta’, ‘media’ y ‘baja’. Asimismo, estas temporadas serán distintas en la península, Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla.
La nueva factura, solo para expertos
Un elevado porcentaje de consumidores reconoce que no entiende el recibo de la luz. Pues bien, la nueva factura incluye bastantes más conceptos que la actual, por lo que provocará más de un dolor de cabeza a los ciudadanos. Además de la factuación en cada uno de los periodos horarios, aparecen los datos de autoconsumo, si lo hubiera, e información sobre el destino del importe del recibo.
Se han reprogramado 26 millones de contadores
Los cambios de tarifas de acceso y cargos representan una modificación de los periodos tarifarios de todos los contratos, por lo que las compañías eléctricas han tenido que reprogramar unos 26 millones de contadores inteligentes. En la mayoría de casos, la programación ha sido remota, sin necesidad de intervenir físicamente. La nueva metodología exige cambios profundos en los sistemas de las distribuidoras, según fuentes de estas compañías. Además, se han desarrollado planes de formación tanto a los propios empleados como a los agentes de los ‘call center’, adaptación de canales digitales, comunicaciones directas a los clientes e interacción intensa con colectivos que representan a estos clientes como, por ejemplo, asociaciones de consumidores y OMIC.