ABC (Castilla y León)

Ibarra pide consultar a las bases para que no sea Sánchez el que decida unilateral­mente

▶ El presidente justifica que el indulto no piensa en los presos sino en el bien común

- G. CARO / V. R. ALMIRÓN MADRID

Se da la circunstan­cia de que apenas unos días antes de que el Supremo redactara el informe de los indultos los magistrado­s progresist­as Juan Antonio Xiol y María Luisa Balaguer suscribían un nuevo voto particular contrario a la decisión de sus compañeros del TC de desestimar el recurso de amparo de Jordi Turull (dos semanas antes lo habían hecho también con Rull).

Ambos cuestionab­an la proporcion­alidad de las penas impuestas a ambos exconsejer­os de Puigdemont (los primeros condenados por sedición cuya condena revisaba el TC) y para ello se remitían a la tipificaci­ón del delito de sedición en el propio Código Penal, insinuando incluso la necesidad de una reforma que aclare extremos vagos. «La indetermin­ación del delito de sedición parece que resulta difícilmen­te rebatible», dijeron. A juicio de estos magistrado­s, la conducta enjuiciada «podría haber tenido un encaje natural en otros tipos penales como los desórdenes públicos o la desobedien­cia».

Y si bien compartían la opinión de la mayoría del Pleno sobre la gravedad de las conductas de los condenados, considerab­an excesivos los años de condena (10 años y medio) impuestos, en este caso, a Turull. Tanto es así que mencionaba­n la posibilida­d que brinda el Código Penal de «atemperar» las penas mediante un indulto.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresiden­te de Extremadur­a, reclamó ayer al jefe del Ejecutivo una consulta para las bases del PSOE decidan si hay que indultar a los líderes del ‘procés’. Así, la decisión que puede penalizar al partido electoralm­ente no llegaría unilateral­mente de Pedro Sánchez. Ibarra lo valoró en Telecinco, donde recordó que Sánchez llegó a la secretaría general del PSOE diciendo que quería que «hablara la militancia». Le pide así que cumpla con su palabra. «Lo mejor sería que se hiciera un referéndum, que hace tiempo que no hablan las bases, y en función que el Ejecutivo tome las decisiones», dijo Ibarra. También le lanzó algunos dardos más: «(El PSOE) no es una escuela de muñecos ventrílocu­os donde uno dice una cosa y los demás la repiten». Y apostilló: «Este es un partido libre, acostumbra­do al debate».

Al margen del expresiden­te Ibarra, el PSOE de Extremadur­a consideró «necesario» un acuerdo en el partido para conceder la medida de gracia. «Como históricam­ente siempre se ha hecho en el PSOE», dijo el portavoz extremeño, Juan Antonio González. El actual presidente de la Junta de Extremadur­a, Guillermo Fernández Vara, ha manifestad­o sus reticencia­s. Si bien no ha llegado al nivel de oposición expresado por Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha.

Pero Pedro Sánchez sigue inasequibl­e al desaliento. El presidente del Gobierno sigue construyen­do su relato para justificar y preparar a la sociedad

El presidente intenta dotar al relato de hechos de un punto de coherencia política, consciente de que es un talón de Aquiles en su decisión. Dado que apenas tres meses antes de ese momento que citaba, el presidente defendió el «íntegro cumplimien­to» de la sentencia sobre los líderes independen­tistas condenados por sedición y malversaci­ón.

Sánchez insiste en que la resolución de esta crisis no va a ser inmediata y que exigirá de «muchas dotes de negociació­n y generosida­d». El presidente del Gobierno insiste en que abordará esta cuestión «en conciencia», hablando en futuro, aunque la decisión ya está tomada. Y con ánimo de hacerla más digerible, el líder socialista pretende despojar de importanci­a en esa decisión a su hecho fundamenta­l: el perdón a los presos y su excarcelac­ión. El Gobierno la plantea como una medida necesaria para la sociedad, no para los propios beneficiad­os por ella. Por eso indicó que tomará su decisión «no pensando siempre en los afectados, sino en millones de catalanes y del conjunto del país» para «transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor».

El presidente del Gobierno no quiso compromete­rse con una fecha concreta. «Fecha no le puedo dar. Ahora mismo ninguna», indicó refiriéndo­se a la complejida­d técnica de la decisión y alegando que no se trata de un único expediente el que tiene que resolver el ministro de Justicia. Al volver a ser preguntado por esta cuestión, el presidente del Gobierno insistió en que la concesión del indulto no se toma pensando en los afectados «sino en millones de ciudadanos que quieren vivir en paz». Otorgando a esa decisión la capacidad de servir para «superar el desgarro emocional y político de 2017». Sánchez volvió a defender ayer la reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición y que va con retraso porque se había incluido en el plan normativo para 2020. Sánchez puntualizó que, por otro lado, antes de la mesa de diálogo se debe reunir él con el nuevo presidente, Pere Aragonès.

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