Colau impone otra tasa turística ante la alarma del sector
▶ Barcelona implanta desde hoy un extra de 0,75 euros por noche en la capital Con este recargo, que será progresivo hasta 2024, el visitante puede llegar a pagar hasta cuatro euros al día
Ni el coronavirus ni las súplicas de los agentes implicados y de la oposición han frenado los planes del Ayuntamiento de Barcelona de implantar desde hoy un recargo en el impuesto para aquellos que visiten Barcelona, una medida que es vista como muchos como la enésima traba del gobierno de Ada Colau al empresariado. El encarecimiento de la tasa, que será progresivo hasta 2024, llega no sin polémica, por el hecho de implantarse cuando el sector todavía está en crisis por la pandemia.
Con este recargo, en unos años el visitante que pise la capital catalana podrá tener que pagar hasta más de cuatro euros diarios. El Impuesto de Estancias en Establecimientos Turísticos (IEET), que es competencia de la Generalitat, es a día de hoy de entre 0,65 y 2,25 euros. El «extra» municipal supone sumar este año 0,75 euros a la tasa; en 2022 y 2023 será un euro y en 2024 llegará a 1,25 euros.
El controvertido recargo fue la fórmula ideada por las autoridades municipales para conseguir que las arcas del consistorio se beneficiaran directamente de la visita de turistas, puesto que el IEET reparte la recaudación por todo el territorio. Fuentes municipales inciden en que antes de la pandemia Barcelona recibía unos 15 millones al año de los cerca de 60 que cosechaba con la tasa.
La entrada en vigor de estas tarifas se fijó para el 1 de junio después de que ERC arropara el plan municipal, aunque entonces se aseguró que todo quedaba a expensas de las circunstancias. Ahora, el gobierno de Colau se ha quedado solo defendiendo que es buen momento para el recargo ya que «la reactivación económica es un hecho», como aseguró recientemente el concejal de Turismo, Xavier Marcé.
La Generalitat también preveía desde antes de la pandemia subir sus tramos del impuesto y lo ha congelado por culpa del Covid, de momento hasta octubre. Por todo ello, tanto la oposición –también ERC– como el sector afectado ha clamado, sin éxito, para evitar que a las puertas del verano se active este aumento.
Para el sector, esto no es más que un nuevo revés de manos del equipo de Colau. El Gremio de Hoteles de Barcelona ve «poca empatía» y lamenta que el recargo «perjudica la competitividad» de la capital catalana como polo turístico. «Quizás es el momento de hacer más atractiva y competitiva la ciudad y no cobrar el impuesto. España sigue siendo considerado un destino barato, por lo que dos euros diarios pueden ayudar a que muchos cambien de destino», añade a ABC Esther González, profesora de Turismo en la EAE Business School.