43.750 tests en tres meses
como lo necesitas negativo, pues ellos ya te lo dan negativo no más», afirma. El precio es de unos 1.000 pesos, unos 40 euros. José no lo aceptó, sabedor de que esas pruebas son un fraude, y es mejor hacerlas a través de las autoridades mexicanas o las agencias internacionales movilizadas en la frontera, que tienen sus protocolos sanitarios y de cuarentena. por 20.000 pesos, toda una fortuna, más de 800 euros. En la demanda figura que el tal Cristian N. tenía una caja con hielo con dos frascos con las falsas vacunas, número de serie BNT162B2 junto a un sello de Pfizer.
La propia Pfizer reveló que las autoridades del Estado de Nuevo León se habían incautado antes, en febrero, de cientos de dosis falsas de su vacuna, almacenadas en neveritas estilo playero, y que se administraban por unos 11.000 pesos, es decir unos 450 euros. Hubo seis arrestados por haber inoculado a al menos 80 víctimas con este líquido indefinido. En consecuencia, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios emitió una alerta a la población por la proliferación ilegal de vacunas falsas y se vio obligada a recordar que las vacunas no están a la venta en México.
Las ventas de esas vacunas se hacía, sobre todo, en ‘tianguis’, los mercados callejeros, o por medio de internet y redes sociales, y se detectaron otros casos en la Ciudad de México, el Estado de México, Tijuana y Quintana Roo. Las autoridades han detectado al menos 400 páginas web que anuncian vacunas falsas ligadas a esta trama. En sus anuncios figuran números telefónicos mexicanos que atiende una supuesta centralita de Pfizer que procedía a agendar una cita para la primera dosis. Hasta compraron el dominio pfizermx.com, que fue debidamente incautado por las autoridades mexicanas primero y estadounidenses después. Allí se vendía la inyección por un precio más módico, 3.000 pesos, o 120 euros. El comprador pagaba y se le notificaba que recibiría un vial de la primera dosis en 24 horas, algo que nunca sucedía por supuesto.
El Estado de Baja California, donde se halla la ciudad fronteriza de Tijuana, hasta ha emitido una alerta sanitaria. Según su secretario de Sanidad, Alonso Pérez Rico, «hay una situación en la que las vacunas Covid19 están a la venta en Internet, en Fa
En el primer trimestre solo se han realizado tests a 43.750 pasajeros del aeropuerto Adolfo Suárez. En total, fueron 2.095.243 viajeros los que utilizaron el aeropuerto madrileño. De ellos 593.420 (el 28,3 por ciento), tenían como destino final Madrid, según datos facilitados por la Comunidad autónoma.
Algunos de los pasajeros del aeropuerto madrileño viajaron desde sus países de origen con PCR positivas, otros traían datos incompletos o las pruebas habían sido realizadas con fecha anterior a la que se pide, según se detectó en los controles aleatorios de documentación.
A las pruebas positivas y caducadas, hay que sumar un porcentaje muy difícil de cuantificar de PCR falsas, como las que se ofrecen en numerosos países, como México, a un precio muy inferior al del mercado. En muchos de estos casos, según ha podido saber ABC, el viajero no se llega a someter a prueba alguna, pero se le facilita un certificado médico con sus datos personales que muestran a su llegada a Barajas si se les reclama.
Y no fue solo con Pfizer. Después se incautaron las autoridades mexicanas de falsas vacunas de Moderna, Johnson & Johnson y hasta Sputnik V, la de fabricación rusa. En marzo, la Administración General de Aduanas y el ejército mexicano decomisaron más de 5.700 dosis de la vacuna rusa en una aeronave privada que estaba en el aeropuerto de Campeche, cargadas con el material médico entre refrescos y golosinas, según un comunicado oficial. Las autoridades mexicanas primero creyeron que las vacunas eran verdaderas, y las requisaron y almacenaron. La agencia estatal rusa encargada de distribuir la Sputnik V en el extranjero, el Fondo Ruso de Inversión Directa, reveló después tras estudiar las fotografías del lote incautado que era «una sustancia falsa que nada tiene que ver con la vacuna original».
Estas falsas vacunas han ido hallando mercados que no por temporales han dejado de ser lucrativos. En marzo, la Ciudad de México cerró una clínica homeopática por vender vacunas falsas. Por mil pesos (40 euros) se ofrecía un paquete completo de inmunización con cinco inoculaciones. La consulta, de nombre Virya Health, estaba en una casa particular y la atendía un tal doctor Flavio, sin más, según informó después la Policía. Un periodista del diario mexicano ‘Milenio’ logró cita, y se sometió al consultorio. Requisito para ponerse la presunta vacuna era tener un test PCR negativo. Según el periodista, César García, el doctor «con amabilidad, comenzó a explicar que esta vacuna consta de cinco dosis, las cuales se tienen que aplicar un día sí y un día no. Una vez presentada, habría que ir por la vacuna, aplicársela como se indicaba y es