Moncloa no descarta sentar a Junqueras en la mesa de diálogo
▶ Podemos quiere que el indulto y la reforma de la sedición lleguen antes del verano
El Gobierno pide pausa. Su declarada vocación en favor de los indultos y la conformación del nuevo Govern en Cataluña aceleran el momento político. Pero en La Moncloa quieren bajar la intensidad. Quedan semanas, probablemente todo el mes de junio, hasta que la mesa de diálogo pueda reunirse. Antes, deberán celebrarse encuentros bilaterales del jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, con los presidentes de Cataluña y Madrid.
La inclusión de Isabel Díaz Ayuso, cuyo calendario retrasa el resto, no es casual. Con ello el Gobierno fija el horizonte de la mesa situándolo semanas por delante. Y además trata de transmitir la idea de que el nuevo momento político, reunión con Pere Aragonès incluida, se desarrolla por el canal institucional normal. Desviando el hecho de que la mesa de diálogo es un órgano al margen de esos espacios institucionales ya existentes.
La Asamblea de Madrid todavía no se ha constituido y cuando lo haga se cerrará una fecha para el debate de investidura. Podría desarrollarse en torno a la tercera semana de junio. Incluyendo toma de posesión y nombramiento de su Gobierno, Ayuso puede estar en condiciones de ir a La Moncloa la última semana de junio. Según el Ejecutivo, solo entonces se procederá a convocar la mesa de diálogo.
Tras la celebración del Consejo de Ministros de este martes, la portavoz, María Jesús Montero, aseguró que es «prematuro y especulativo» plantear que en esa mesa de diálogo pueda sentarse el líder de ERC, Oriol Junqueras, en estos momentos preso. Aunque en ningún momento lo descartó de forma rotunda. Montero se centró en la necesidad de que se desarrolle también una mesa de partidos en el Parlamento catalán. Este espacio creado entre ambos Gobiernos solo se ha reunido una vez, en febrero de 2019, y acordó una composición para que no a todos los encuentros fuesen los presidentes. Ahora, se retomará de nuevo con ellos.
ERC quiere que Junqueras esté presente. La portavoz del Gobierno reconoció no tener fijada una posición al respecto, pero en principio perimetró la reunión al ámbito gubernamental. Algo que dejaría fuera a Junqueras. Pero la cuestión ni mucho menos está cerrada. Montero planteó que «el Gobierno se va a sentar con el Gobierno de Cataluña», porque se trata de una «mesa de dos Gobiernos». Pero en ningún momento lo negó tajante.
De forma simultánea a estas declaraciones de la ministra portavoz, Podemos reclamaba al Gobierno desde el Congreso avanzar en la reforma de la sedición cuanto antes para que sirva como «base» para conceder la medida de gracia a los líderes del ‘procés’. Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, insistió en que «es una buena noticia» que el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, reactive la reforma de la sedición. Asens explicó además que espera que los indultos lleguen lo «más pronto posible», concretamente antes del último Consejo de Ministros previo al periodo estival.
Si algo se evidenció ayer en el Congreso, es la división que generan los indultos incluso entre el independentismo. Mientras Ferran Bel (PDECat) los aplaudió como la acción «más importante» del PSOE desde que desalojó a Mariano Rajoy del poder, Míriam Nogueras (Junts) los rebajó a un mero «lavado de cara». Sí coincidieron en algo: no son el punto final.