Inauguró ayer el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo en Vitoria
El Rey defiende la memoria de las víctimas para evitar la justificación del terrorismo ▶
Los Reyes se desplazaron en la mañana de ayer hasta Vitoria para presidir la inauguración del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, donde fueron recibidos entre aplausos y con vivas al Rey y a España. Tras descubrir la placa inaugural del memorial en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lendakari, Iñigo Urkullu, y los ministros del Interior y Educación, Fernando Grande-Marlaska e Isabel Celaá, así como de representantes institucionales y de distintas fundaciones y asociaciones de víctimas del terrorismo, Don Felipe y Doña Letizia visitaron la exposición permanente en compañía de su comisario, el historiador Raúl López Romo.
Al finalizar el recorrido, los asistentes se reunieron en el salón de actos del memorial, donde el director del Centro de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, resaltó que «este edificio, que fue la sede del Banco de España durante décadas, será ahora el banco de la memoria. Una forma eficaz para que nadie en el futuro recurra a la violencia».
El minuto de silencio en recuerdo a las víctimas del terrorismo precedió a las palabras del presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, y acto seguido las del Rey. Nada más comenzar su intervención, Don Felipe saludó a las autoridades y representantes institucionales en castellano y en euskera y expresó su «alegría» y la de la Reina «por volver a Vitoria, a Gasteiz», para reconocer «el trabajo y el esfuerzo desarrollados» para que finalmente se pueda inaugurar de manera oficial este Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, ya que la primera fecha de apertura estaba prevista en 2018 y se aplazó a 2020, donde tampoco pudo ser debido a la pandemia.
Como presidente de honor de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Don Felipe resaltó que el memorial permitirá a la fundación disponer de un espacio propio «para seguir cumpliendo y aún en mejores condiciones» con los «altos fines que tiene encomendados», que son «preservar y difundir los valores democráticos y éticos que personifican las víctimas del terrorismo»; «construir la memoria colectiva de las víctimas» y «concienciar al conjunto de la población en la defensa de la libertad y de los derechos humanos y contra el terrorismo». La exposición permanente y la temporal, tal y como explicó, suponen «un proyecto pionero en Europa que está a la vanguardia de los distintos memoriales que se están poniendo en marcha en los países de nuestro entorno».
Sobre «la memoria de las víctimas del terrorismo», Don Felipe declaró que «es consustancial a nuestros valores constitucionales», que satisface «esa necesidad pública de memoria» y a cuyo conocimiento «tendrán acceso, con rigor, las generaciones que han tenido la fortuna de no sufrirlos»: «Nos permitirá también profundizar en el conocimiento de la actual amenaza».
En este sentido, Don Felipe destacó que «la memoria de las víctimas –además, por supuesto, de la ley– constituye un elemento esencial para evitar cualquier legitimación o justificación del terrorismo y para que no se vuelva a repetir el injusto dolor causado».
Para finalizar su intervención, el Rey recordó que las víctimas del terrorismo son «uno de los pilares éticos de nuestro sistema democrático»: «Son, en definitiva, símbolo de la defensa de nuestras libertades y del Estado de Derecho, que representan los valores que los terroristas pretendieron destruir; valores que emanan de nuestra Constitución, del proyecto común de la Unión Europea, de la Carta de Naciones Unidas y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos».