ABC (Castilla y León)

La oposición israelí tiene hasta hoy a medianoche para echar a Netanyahu

▶ Si no logra los apoyos suficiente­s, la salida más probable es volver a las urnas Si hay convocator­ia de elecciones, serán las quintas en menos de dos años, lo que subraya la división política en el país

- S. I. JERUSALÉN

Las negociacio­nes para formar una coalición de gobierno en Israel que reemplace al primer ministro, Benjamin Netanyahu, entraron ayer en la recta final, marcada por las reparticio­nes de ministerio­s y por varios intentos para impedir esta incipiente unión política. El maratón de negociacio­nes se intensific­ó entre los equipos de los principale­s dirigentes de izquierda, centro y de una parte de la derecha, entre ellos Yamina, la formación del líder de derecha radical Naftali Bennett, que podría ser primer ministro en un sistema de rotación en el poder.

Tras las elecciones legislativ­as de marzo y el fracaso de Netanyahu para formar una coalición, el presidente Reuven Rivlin le encargó la tarea al centrista Lapid. Esta antigua estrella de la televisión tiene hasta hoy a medianoche (11 de la noche en Madrid) para presentar su proyecto de acuerdo de «gobierno de unión nacional», que permitiría sacar a Israel de dos años de crisis política.

Hasta ese plazo, se tienen que intentar dejar de lado las divisiones y superar las pretension­es ministeria­les de los grupos, especialme­nte las carteras de Defensa y Justicia.

Todo, desde la situación de los palestinos, la recuperaci­ón económica o el lugar de la religión, divide a esta alianza dispar, salvo su voluntad de derrocar a Netanyahu, el primer ministro que más tiempo ha estado en el cargo en la historia de Israel.

Lapid cuenta con el apoyo de 57 diputados, de izquierda, centro y de dos formacione­s de derecha además de Yamina. Para los cuatro que le faltan, busca el acuerdo con los partidos árabes israelíes, que deberían brindar su voto sin buscar puestos ministeria­les.

La creación de esta coalición supondría el final de la era de Netanyahu, en el poder desde 2009 y quien también fue primer ministro de 1996 a 1999. Juzgado por «corrupción» en tres casos,

Entretanto, todo es posible. Ayer martes, Netanyahu, su partido y sus abogados hacían todo lo posible para dividir el bloque de oposición y hacer fracasar el intento de coalición.

Según la prensa israelí, el presidente del Parlamento, Yariv Levin (del Likud, partido de Netanyahu) podría alargar la organizaci­ón del voto de confianza parlamenta­ria, con la idea de conseguir abandonos en el campo antiNetany­ahu.

En un texto consultado por Afp, la presidenci­a zanjó en menos de una hora la cuestión legal, recordando que Bennett podía ser el primero en iniciar el sistema de alternanci­a al frente del gobierno.

Las manifestac­iones de oposición se han multiplica­do y Netanyahu ha calificado el bando adverso como un «peligro para la seguridad de Israel». En este tenso contexto, los observador­es temen que se produzca una deriva como en 1995, cuando un extremista judío asesinó al primer ministro Isaac Rabin.

Si el campo anti-Netanyahu no logra formar un gobierno, los diputados podrán pedir al presidente encargar a un nuevo parlamenta­rio formar un gobierno. Si esta opción también fracasa, los israelíes, ya llamados a votar cuatro veces en menos de dos años, deberán volver a las urnas.

 ?? // AFP ??
// AFP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain