EE.UU. apoya a Marruecos en la crisis de Ceuta
El 18 de mayo, cuando el Ejército español ya se había desplegado en Ceuta por la llegada masiva de inmigrantes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llamó a su homólogo marroquí, Nasser Bourita. Hablaron sobre Israel y Gaza, pero sobre todo reforzaron su alianza. Tras esa llamada, EE.UU. reconoció en público «la importancia de la sólida relación bilateral y el papel clave de Marruecos en el fomento de la estabilidad en la región». Este apoyo se produce meses después de que el presidente estadounidense Joe Biden ratificase el mandato de Donald Trump de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sahara.
Al respaldo a Marruecos –que no deja de ser un desafío para España y la Unión Europea–, se suma que Joe Biden no ha llamado aún a Pedro Sánchez y sí se ha interesado por establecer contacto con mandatarios de otros países tras tomar posesión hace más de cuatro meses. Fuentes diplomáticas no consideran que haya un desplante a España, sino que Biden está centrado en su agenda doméstica y no puede contactar con todos los socios, aunque ha hablado con 30.
Las relaciones bilaterales entre EE.UU. y España no retroceden, pero tampoco se cultivan. Que EE.UU. se sitúe del lado de Marruecos en la crisis migratoria no ayuda a mantener unas buenas relaciones. EE.UU. es un socio muy importante para nuestro país, pero el pasado miércoles ya lanzó un primer aviso: si sigue la tasa Google impondrá nuevos aranceles.