La nuclear niega los ‘beneficios caídos del cielo’ que esgrime Ribera para rebajar sus ingresos
▶ El sector perdió mil millones en 2020 por la fiscalidad «confiscatoria»
El Foro de la Industria Nuclear Española expresó ayer su «perplejidad» ante las afirmaciones del Gobierno de que las centrales nucleares están amortizadas y que disfrutan de ‘beneficios caídos del cielo’, ya que, «como demuestran los balances y cuentas de resultados auditados de las empresas propietarias de las centrales, conocidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el inmovilizado pendiente de amortizar es superior a 5.500 millones de euros, con más de 3.000 millones invertidos solo en los últimos 10 años». Además, deberían invertir otros 3.000 millones de euros hasta el anunciado cierre de las plantas, según declaró su presidente, Ignacio Araluce.
Cabe recordar que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, presentó el martes pasado un anteproyecto de ley que minora los dividendos del CO2 del que gozan las centrales nucleares y las hidroeléctricas en el mercado mayorista. Esta norma recortaría en unos mil millones de euros los ingresos de las principales compañías eléctricas.
Araluce explicó que en 2020, y como consecuencia de los bajos precios de la electricidad, las centrales nucleares tuvieron un flujo de caja negativo de unos 500 millones, según un informe de PwC para el Foro Nuclear, y unas pérdidas superiores a los mil millones. Esta fiscalidad «confiscatoria» impidió que el sector tuviera beneficios en 2020. «Hubo meses que no nos llegó ni para pagar los impuestos».
Desde 2005, tomado como referencia en el anteproyecto de ley, y hasta 2021, los tributos que soportan las siete instalaciones de generación nuclear se han incrementado en cerca de 20 euros/MWh, representando el 60% de sus ingresos en 2020, subraya el Foro Nuclear.
Ignacio Araluce insistió en que las centrales nucleares no están amortizadas e invierten anualmente cerca de 300 millones de euros. «La generación nuclear está actualmente en pérdidas como consecuencia de una tributación desproporcionada, discriminatoria y confiscatoria. El anteproyecto de ley, las tasas, impuestos y tributos actuales y el contexto futuro de mercado incrementan la asfixia financiera del parque nuclear y lo abocan a su cese de actividad».