Jordi Cruyff vuelve al Barça como ideólogo deportivo
Jordi Cruyff regresa al Barcelona. El exfutbolista formará parte del área deportiva, dependiente de Mateu Alemany, y será uno de los encargados de trazar las líneas maestras sobre las que pivotará el proyecto deportivo de la entidad azulgrana. «Es una persona con experiencia, pese a lo joven que es, porque tiene una trayectoria como jugador de primer nivel, como entrenador y como secretario técnico», explicó Laporta, que dejó entrever que sería el sustituto de Koeman ante un eventual destitución del técnico.
No obstante, la constatación del imperativo con el que se adoptó la decisión de la continuidad de Koeman es la negativa de la junta a alargar el contrato actual del técnico a pesar de los informes positivos recogidos por la dirección deportiva, encabezada por Mateu Alemany y Ramon Planes. Y un desliz del propio Laporta cuando se le preguntó por Jordi Cruyff: «Es un comodín para determinadas situaciones que se puedan contemplar». En la sala, la mayoría pensó en la destitución de Koeman. La etapa del holandés en el Camp Nou tiene fecha de caducidad, lo que le resta autoridad ante una plantilla que es consciente de que la temporada 2022-23 hay muchos números para que haya un nuevo inquilino en el banquillo. Es cierto que su futuro está vinculado a los resultados, pero la figura del entrenador comenzará la temporada ciertamente debilitada. «Es el entrenador que nosotros queremos. Sale reforzado», insistió Laporta, que añadió que la decisión había sido «adoptada por unanimidad».
La consecución de la Copa del Rey, competir hasta el último momento por el doblete con una plantilla descompensada y envejecida, la confianza en la cantera y en jóvenes valores que se han confirmado como apuesta presente, la única llegada de uno de los fichajes que había solicitado (Sergiño Dest) y su compromiso con el club tras aceptar una rebaja salarial, son los factores que han jugado a favor del técnico, que se defendió hace dos semanas durante un almuerzo informal con Joan Laporta y el vicepresidente Yuste. Ambos dirigentes le reclamaban un juego más ofensivo a pesar de ser el equipo mas goleador de la Liga. Desde entonces los argumentos del técnico y las dificultades del club para relevarlo han ido templando las intenciones iniciales del club. «Se han buscado soluciones a pequeñas divergencias y le he pedido disculpas por no haber calibrado el impacto mediático que se ha producido y por si se había sentido molesto», reconoció el dirigente. «Con un profesional como Koeman no hablamos de temas deportivos sino de temas filosóficos», apuntó, aunque luego sí dejó claro cómo quería que jugara el Barça y los preceptos que le había impuesto al holandés para continuar en el cargo, ligados todos al manual de Johan Cruyff, auténtico ideólogo de la actual junta directiva.
Koeman ya había empezado a planificar la temporada y había dado el visto bueno a los fichajes de Eric García, Memphis Depay y Giorginio Wijnaldum. De hecho ya los había solicitado el año pasado y no se los pudieron firmar.