ABC (Castilla y León)

Castilla y León relaja sus restriccio­nes y se niega a aplicar las del Gobierno

▶La Comunidad, que baja a nivel 2 de alerta sanitaria, amplía desde hoy los aforos y el horario de la hostelería, aunque las barras seguirán cerradas

- MONTSE SERRADOR VALLADOLID

La Junta de Castilla y León se niega a cumplir las restriccio­nes aprobadas por el Consejo Interterri­torial de Salud del miércoles, que no fueron consensuad­as por todas las autonomías y suponen «una invasión de competenci­as y un retroceso» en la desescalad­a, cuando los datos demuestran que ha mejorado la situación epidemioló­gica y bajado la ocupación hospitalar­ia.

El documento del Consejo fue rechazado por comunidade­s como Madrid, País Vasco o Cataluña, mientras que Castilla y León se abstuvo en aras de alcanzar un acuerdo más que imposible, pero con la certeza de que son limitacion­es que suponen volver hacia atrás. El propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, antes de participar en el VII Foro Guadarrama: Encuentro Empresaria­l Castilla y León-Madrid, pidió al Gobierno de España que actúe «por consenso y no por imposición» y, en caso contrario, «acudiremos a los tribunales a defender los intereses de los ciudadanos de esta Comunidad». Mañueco consideró injusto que se intenten decretar nuevas restriccio­nes, dado que «las actuales normas consideram­os que son las adecuadas para ir bajando la incidencia» y advirtió de que «quien hace un mes cerró el estado de alarma de un portazo y nos dejó a las comunidade­s solas no tiene fuerza moral para imponer ningún tipo de norma».

Horas antes de estas declaracio­nes, tras finalizar el Consejo de Gobierno, el vicepresid­ente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, ya adelantó que la Junta rechazaba las restriccio­nes, que la ministra de Sanidad, Carolina Darias

ha apelado a cumplir y que, en el momento en el que se publiquen en el BOE, se recurrirán a la justicia. El segundo paso será «no aplicar ese acuerdo» y, por lo tanto, «no adoptar más medidas restrictiv­as».

«No tiene sentido que cuando baja la incidencia y la ocupación hospitalar­ia, la ministra quiera colocar unas normas que la población no va a entender», advirtió Igea. Recordó, además, que el Consejo Interterri­torial tiene un sistema de funcionami­ento por el que cuando no existe estado de alarma los acuerdos son por consenso. Eso sin olvidar, añadió, que las restriccio­nes que quiere imponer el Ministerio suponen una «invasión de competenci­as». «Es incomprens­ible que suspendan el estado de alarma y ahora intenten recuperar el mando único», se quejó el vicepresid­ente de la Junta, al tiempo que lamentó que se utilice el citado órgano para «ejercer su autoritari­smo, eludir responsabi­lidades y sea sistemátic­amente utilizado para votaciones políticas». Pero es que, además, el intento de imponer las medidas, según Igea «tiene mucho que ver con el fracaso político que han tenido con la segunda dosis de la vacuna de AstraZenec­a», después de que el Ministerio recomendas­e que se hiciese con Pfizer y más del 90 por ciento de la población haya optado por repetir con la misma marca. «No puede pagar sus frustracio­nes con clases económicas concretas», apuntó en referencia al sector de la hostelería y del ocio nocturno, que serían los más perjudicad­os por las limitacion­es que quiere decretar el Ministerio.

El vicepresid­ente de la Junta rogó a Sanidad que «vuelva al consenso y al entendimie­nto y abandone el enfrentami­ento» y justificó la abstención de Castilla y León en el Consejo Interterri­torial en el deseo de conseguir esos acuerdos. De momento, las medidas recogidas en el documento del citado órgano son más restrictiv­as que las que aparecen en el actual semáforo, tanto por los aforos como por los horarios.

Una situación que se hace más evidente aún después de que el Consejo de Gobierno acordara que las nueve provincias de la Comunidad pasen desde hoy al nivel 2 de alerta ante la mejora de los indicadore­s de la pandemia. De hecho, la incidencia acumulada se situó ayer en 128,2 y 63,5 casos por cada 100.000 habitantes a catorce y siete días respectiva­mente, mientras que el nivel de ocupación de enfermos de Covid en las unidades de críticos bajó al 19,8 por ciento. Se anotaron 256 nuevos contagios, seis más que el miércoles, y dos fallecidos.

Con estas cifras, la Junta decidió dar un paso más en la desescalad­a aliviando desde hoy las restriccio­nes que suponen, en la práctica, la apertura de los establecim­ientos de hostelería hasta la una de la mañana en el interior, y las dos en terraza, hora aproximada ya que dependerá de la ordenanza municipal. Los aforos dentro de los locales serán de un máximo del 75 por ciento y el número de comensales por mesa se amplía de seis a diez aunque, eso sí, las barras siguen cerradas, al igual que el ocio nocturno que no podrá abrir hasta el nivel 1. Sin embargo, de atenderse a las normas impuestas por sanidad, el aforo en hostelería no podría superar el tercio, con seis personas por mesa.

En Castilla y León también se permitirá la apertura de los centros de mayores y se amplía hasta doce el nú

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