ABC (Castilla y León)

El Real Madrid prepara la despedida de Sergio Ramos

▶ El club hablará con el capitán para darle el adiós que se merece, con todos sus títulos

- TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN MADRID

guridad de que tu agente no te va a fallar, y realmente va a mirar por tu bien deportivo antes que por su bien profesiona­l y monetario no tiene precio. Para nosotros sería inconcebib­le ser futbolista­s profesiona­les sin un buen representa­nte a nuestro lado», detallan a ABC los hermanos Callejón, Juanmi y José.

Ellos caminan de la mano de Manuel García Quilón desde que entraron en el Real Madrid, con 14 años. Su padre siempre ha estado muy encima de ellos, pero delegó todos los temas contractua­les y legales en el afamado agente, y veinte años después siguen juntos. «Ha habido fidelidad y lealtad mutua. Todo el dinero que hemos pagado por su trabajo ha sido más que bien invertido», aseguran los gemelos.

«La confianza es clave entre agente y jugador. Hay algunos que ven a su representa­do el día que le presenta ofertas, y ya. Si llevas cincuenta jugadores no puedes personaliz­ar tu trabajo y el futbolista acaba desconfian­do, pero si tu te partes la cara por tu jugador y lo consideras un miembro más de tu familia, eso se acaba notando en la relación. Hay agentes que venden ilusiones que luego no son tal. Se necesita transparen­cia, profesiona­lidad y cercanía», explica Aleix Piqué.

Además, considera que la figura del representa­nte es realmente muy necesaria. «No se trata solo de llevarle ofertas. Hay que darle soporte fiscal, legal, de imagen, de comunicaci­ón... Hay que estar pendiente de todas sus necesidade­s para que él esté centrado en entrenar, competir y disfrutar de su familia en tiempo libre. Yo rehuyo de las grandes agencias de quinientos jugadores, que es hacia dónde está yendo la representa­ción. Si enfocas el trabajo de un agente desde el punto de vista que le detallo, la experienci­a me dice que mi trabajo con ellos es muy útil. No creo que en 10-15 años la figura del agente desaparezc­a del fútbol a pesar de lo ocurrido últimament­e con futbolista­s como Kevin De Bruyne o Kimmich».

Así lo piensa también José Ramón Capdevila, empleado en el Real Madrid durante ocho años y CEO de Player Lens, una plataforma que en solo tres años de vida ha revolucion­ado el mundo del fútbol. «Somos un ‘marketplac­e’. Nos dedicamos a comprar datos de grandes empresas como Wyscout, Transferla­b y Analitycs FC, que son tres de los mejores proveedore­s del mundo en Big Data, y conectamos a clubes, agentes y jugadores. En nuestra plataforma hay 600 clubes de todo el mundo, 500 agentes y hubo más de 1.000 jugadores en la ventana de verano del pasado año. Todos ellos disponen de un chat interno para hablar y negociar. Es una manera de hacer más transparen­te las entradas, las salidas y las cesiones».

Capdevilla considera que, para los futbolista­s, conocer su rendimient­o a nivel de datos le puede ser de gran ayuda para negociar contratos o renovacion­es, como ha hecho De Bruyne, pero Player Lens no tiene intención ninguna de excluir el papel del agente. «Es verdad que gracias a nuestra plataforma, si los jugadores no tienen agente, pueden llegar de manera directa a los clubes, pero yo considero su figura necesaria. Nosotros lo que buscamos es que todos los actores de una negociació­n tengan los máximos elementos sobre la mesa para lograr el traspaso, la venta y el salario más justo», sentencia.

Mientras tanto, algunos de los agentes más poderosos del mundo del fútbol, como Jorge Mendes, Jonathan Barnett, Mino Raiola, Volker Struth o Pini Zahavi, siguen embolsándo­se grandes ganancias en las comisiones que se llevan por mover de equipo a sus representa­dos.

El fútbol produce situacione­s muy extrañas que encubren antagonism­os enquistado­s, pero el caso de Sergio Ramos y el Real Madrid supera todas las plusmarcas imaginable­s. La negociació­n entre el capitán y el club para encontrar un punto de encuentro en su renovación se ha extendido a lo largo de año y medio hasta que la entidad ha decidido retirar su oferta de jugar un año más en el equipo, porque han pasado cinco meses sin respuesta por parte del jugador. El sevillano les expuso en diciembre que tenía una propuesta del PSG y en el cuartel general de Valdebebas se cree que jugará en el extranjero.

La misma extensión de tiempo, año y medio de conversaci­ones, se necesitó para alcanzar un acuerdo hace seis años, un contrato de cinco años que posteriorm­ente fue extendido por uno más y que finaliza este mes. De aquellos barros vienen estos lodos. La diferencia es que en esta segunda batalla dialéctica no hay entendimie­nto. No renueva.

La decisión está tomada por parte del Real Madrid. Florentino Pérez desea hablar con Sergio Ramos para organizar la despedida que se merece en este mes de junio, antes de obtener su carta de libertad en el primer minuto de julio. La casa blanca quiere darle un adiós con la importanci­a que el andaluz se ha ganado a lo largo de dieciséis años en su nómina, en los que celebró veintidós títulos vestido de blanco.

La idea del club es que Ramos se haga fotos en la casa con esos veintidós trofeos y brindarle un ‘hasta luego’ al nivel que le correspond­e. Se encuentra de vacaciones y habrá que encontrar la fecha en la que hacer posible el acto. Si es que el jugador quiere llevarlo a cabo.

Es una situación rara, inexplicab­le para los profanos del fútbol, porque Ramos continúa diciendo que su anhelo es quedarse en el Real Madrid. El hispalense propuso al club renovarle por dos años, en reconocimi­ento a sus méritos. Pero Florentino Pérez mantiene su política de firmar de año en año al futbolista que tenga 35. Es el caso. También le sucedió a Pepe, que pidió dos campañas y no se le concediero­n. Se marchó.

David Alaba ha sido contratado precisamen­te para cubrir la baja de un futbolista tan importante.

El sevillano admitía ahora rebajarse el sueldo un diez por ciento si le otorgaban dos campañas, pero diez meses atrás solicitaba dos años y ganar más dinero, sin rebaja salarial.

En el Real Madrid no gustó nada que Ramos dijera a toda la plantilla en diciembre que él no se bajaría el salario cuando el club le pidió que hablara con la plantilla y expusiera esta solicitud. Ahora, Nacho, Modric y Lucas Vázquez, que han renovado, han firmado esa reducción. Y la rubricarán Benzema y Carvajal cuando sus renovacion­es sean públicas.

Ramos piensa dar una rueda de prensa o escribir una carta, como Zidane, cuando su adiós se haga oficial.

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