Erradicar la violencia
La vicepresidenta de EE.UU. se ha reunido con Giammattei y López Obrador para
«La ayuda viene en camino». Con esta frase motivadora Kamala Harris, vicepresidenta de EE.UU., resumía su reunión, de más de dos horas y a puerta cerrada, con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei. Los temas sobre los que giró el encuentro fueron las inversiones en terreno centroamericano por parte de empresarios estadounidenses, un programa de empoderamiento a mujeres jóvenes, unos equipos de seguridad especiales que investiguen la corrupción y el apoyo para disminuir el narcotráfico y las mafias de tráfico de personas que operan en las fronteras sur y norte de Guatemala. Por otro lado, Harris quiso reiterar su mensaje para que los centroamericanos no se animen a llegar a Estados Unidos: «No vengan. Seguiremos aplicando la ley y reforzando las fronteras. Si llegan (ilegalmente) serán enviados de vuelta».
Harris ha iniciado su primer viaje al extranjero, desde que fue nombrada la primera mujer afroamericana vicepresidenta de los Estados Unidos, para cortar la inmigración, que se encuentra en cifras récord desde esta primavera,
Firmado por los ministros de Exteriores de cada país, contó con la presencia, como testigos, de Harris y Andrés Manuel. La exsenadora quiso otorgar la debida importancia a su reunión en el Palacio Nacional, con López Obrador, con estas palabras: «Estados Unidos y México comparten historia y familia. Nuestras economías están atadas y nuestra seguridad depende una de la otra. Estoy aquí en la Ciudad de México para renovar la importante asociación de nuestra nación con México», posteó en su cuenta de Twitter.
El papel de México se vislumbra como imprescindible como aliado de los Estados Unidos para paliar los movimientos migratorios y para desmantelar los campamentos de migrantes, cerrando su frontera sur, como para disminuir el número de mexicanos que pretende traspasar la frontera, cada vez mayor en número.
México, antes de la llegada de Harris ya comenzó a deportar migrantes en su frontera norte mediante aviones que llegaban a San Pedro de Sula (norte de
Honduras) y autobuses que se dirigían al sur del país. Una medida duramente criticada por las ONG que destacó ABC hace una semana: «Los inmigrantes son devueltos a su residencia y en muchas ocasiones está en riesgo su vida o la de su familia en una inmigración por necesidad», nos confesaban desde la presidencia de Wola, organización líder en investigación e incidencia que promueve los derechos humanos en
América. Asegurando que «es muy preocupante que EE.UU. esté pidiendo a México repatriar a los inmigrantes que fueron expulsados» del vecino del norte. «México aceptó recibir a los indocumentados expulsados y ahora asume el traslado de los mismos a sus países de origen», explicaron desde Wola. Así mismo, Kamala Harris también ha anunciado una alianza transnacional que luche contra la delincuencia.