Argentina tendrá que pagar 263 millones al fondo que compró Viajes Marsans
▶ La sentencia se puede recurrir, pero los últimos fallos judiciales favorecieron a Burford Capital
La Justicia tarda pero llega. Eso debe pensar ahora el Fondo Burford Capital, que adquirió Viajes Marsans cuando la empresa había denunciado en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) al Estado argentino por la nacionalización de Aerolíneas Argentinas a cambio de un peso. El tribunal arbitral, que depende del Banco Mundial, falló a favor de la demanda y ordenó a Argentina pagar las costas e indemnizar con 320 millones de dólares –263 millones de euros– a los actuales propietarios.
Existe posibilidad de un último recurso pero los fallos consecutivos, en todas las instancias del Ciadi, han sido idénticos. La sentencia dispone que «Argentina sufragará la totalidad de los costos del procedimiento y les pagará a los demandantes la suma de 1.017.512 de dólares».
Asimismo, «desestima todas las pretensiones» de anular el proceso que pretendía el Estado y da la razón a Burford Capital para que cobre los 320,7 millones que le corresponden por una expropiación injusta y cuajada de irregularidades. Entre otras, una tasación surrealista que valoraba la flota de aviones y el total del patrimonio de Aerolíneas en un peso, un gesto simbólico y de escarnio, en pleno Gobierno kirchnerista.
El caso de Aerolíneas Argentinas estalló en diciembre de 2008 y es uno de los más emblemáticos junto a la intervención y posterior expropiación de la mayoría de las acciones de Repsol a YPF (abril del 2012). El Gobierno argentino, que presidía Cristina Fernández de Kirchner, declaró de interés público la compañía de bandera, en medio de tensiones y disputas con media docena de sindicatos que, con el apoyo gubernamental, tenían a la compañía en jaque con huelgas permanentes.
Según el Tribunal de Tasación de la Nación, por entonces, Aerolíneas Argentinas tenía un valor negativo de 832 millones de dólares cuando fue nacionalizada mientras que Marsans (Grupo Interinvest) ponía sobre la mesa una auditoría donde se valoraba en torno a los 600 millones. Las gestiones de gobierno a gobierno no lograron dar frutos y por sorpresa –como pasaría con YPF y Repsol– la Administración kirchnerista asumió la compañía, que pasó a estar bajo la órbita del ministro de Planificación, Julio de Vido.
El juicio en el Ciadi comenzó el 3 de marzo del 2014. Desde entonces el proceso estuvo salpicado de diferentes contratiempos y la compañía fue vendida al fondo Burford Capital. Esta decisión provocó la protesta airada de Argentina y uno de sus diversos pero infructuosos intentos de anular el proceso.