De los treinta subtipos de gripe aviar descubiertos, se desconoce cuántos están cerca de adaptarse e infectar al hombre
«Las infecciones en humanos de gripe aviar, tanto de alta como de baja patogenicidad, no son comunes, pero sí ocurren casos esporádicos de gente que tiene contacto con animales infectados. Cuando la patogenicidad es alta, se descubre sobre todo en aves muertas y granjas donde ha habido un brote. Aunque se puede apreciar si baja la producción, por ejemplo de las ponedoras, la baja patogenicidad es más difícil de localizar: la gente en contacto con las aves se puede infectar y lo normal es sufrir una conjuntivitis media, sin transmisión entre humanos. Pero los H5, que son de alta patogenicidad, y los H7 sí se pueden contagiar entre humanos», explica a ABC por videollamada desde el Hospital Monte Sinaí de Nueva York el prestigioso doctor Adolfo García Sastre, microbiólogo especializado en gripe.
De las tres decenas de subtipos descubiertos de la gripe aviar, el problema, según García Sastre, es que «no sabemos si estas cepas están cerca o lejos de adaptarse al ser humano. De H5 y H7 ha habido transmisiones humanas, sobre todo en familias con estrecho contacto y, más especialmente, en parientes con vínculos genéticos. La diversidad genética de los H5 ha aumentado, como se ve en el H5N8, y, cuanta más diversidad genética hay, aumentan las posibilidades de infección. Es posible que en el futuro se mezclen con un huésped intermedio, como cerdos o caballos, y causen una epidemia, pero eso no se puede saber y lo más normal es que no haya otra pandemia en varias generaciones», completa el microbiólogo burgalés.
Para que no ocurra otra tragedia como la del coronavirus, o al menos reducir sus posibilidades, García Sastre aboga por «reforzar los controles en granjas y mercados de animales vivos, sobre todo en los países en vías de desarrollo, donde puede haber más información genética del virus por la convivencia de animales y personas en un mismo espacio».
Asimismo, en opinión de Marta López de Diego, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología especializada en la gripe y el coronavirus, es fundamental contar con «buena seguridad tanto en las granjas como en los mercados de animales vivos, que suponen un peligro por ser el origen de algunas de las últimas pandemias».
Además de la mayor protección y conciencia social que ha traído el coronavirus, López de Diego destaca que «en caso de que estallara una pandemia de gripe aviar, estaríamos más preparados que con el coronavirus, porque ya existen vacunas diseñadas contra algunas cepas que solo habría que adaptar al nuevo tipo, así como tratamientos dirigidos a las proteínas que funcionan contra otros virus y serían eficaces contra el H5N1 y el H7N9». «Lo malo –añade López de Diego– sería la alta letalidad, ya que pueden matar a más del 50 por ciento de los pacientes».