Poleas, planos y otros documentos de gran valor
La pandemia no complica en exceso su labor: «Procuramos que el equipo esté dividido y desinfectar lo que compartimos»
plendor. Partiendo de la idea de «la catedral como madre de todas las iglesias diocesanas» y teniendo en cuenta que «la inmensa mayoría de las seos están dedicadas a la Virgen María», el arte mariano cobra un especial protagonismo en el resto de sedes, «cosidas» al Camino Francés con motivo de la celebración del Jacobeo, explica el secretario general de la Fundación, Gonzalo Jiménez.
La temática del macroproyecto se percibe también en los talleres: «Es verdad que estamos rehabilitando un montón de vírgenes, marías, dolorosas, niños...», ríe la joven Míriam Vallejo, que disfruta de una beca de prácticas en la
La macroexposición no sólo reunirá escultura y pintura, también otros curiosos elementos como una polea utilizada en la construcción de la Catedral de Segovia, planos de la seo sevillana y alguna que otra joya en papel, como un «Libro de Horas» procedente de Ciudad Rodrigo
Fundación enmarcada en el Máster de Gestión del Patrimonio de la Universidad de Salamanca que está estudiando. Son días de mayor carga de trabajo, pero en su caso también de «aprender mucho», No siempre tiene la oportunidad de estar rodeada de obras de Luis Salvador Carmona, Pedro Berruguete, Alejo de Vahía o Gregorio Fernández, todos referentes en la imaginería de los siglos XV y XVI: «Es un lujo», admite. El tiempo transcurrido entre la generación de Silvia, que comenzó a trabajar con la Fundación en 2002, y la de Míriam se nota también en las herramientas utilizadas. El bisturí y los hisopos siguen siendo básicas, «pero algunas cosas sí que han cambiado, sobre todo en el tratamiento de la madera». Entre sus aparejos han incluido un equipo de desinsectación por anoxia, «una máquina que se encarga de sacar el oxígeno para matar los xilófagos». También se nota en la utilización de productos menos tóxicos: «Antes, a la hora de retirar un repinte tenías que estar con mascarilla, ventilación...».
Ahora la mascarilla y la ventilación también son indispensables en el taller, pero por otros motivos. Las circunstancias derivadas de la pandemia no han complicado en exceso su labor. Además de las herramientas básicas de protección, «procuramos que el equipo esté dividido entre las dos plantas» del taller y «siempre que compartimos materiales los desinfectamos antes».
Reversabilidad, estabilidad y discernibilidad son los principios que han regido sus trabajos de restauración desde los inicios. ¿Qué significan? Básicamente, que la obra en la que están trabajando no evolucione a nada y que todo lo que pongan se pueda eliminar en un momento dado. Conocer la historia de la pieza antes de su intervención también es fundamental para estos profesionales: «Muchas veces puedes saber si la policromía es original o no dependiendo de la época». Esa investigación les ha deparado curiosos descubrimientos, como el que tuvieron hace unos años con una tabla de Luca Giordano de la Iglesia de San Miguel de Cuéllar (Segovia), cuando se percataron de que la iconografía que veían no era la original. Esto motivó que no fuera exhibida en la edición del municipio segoviano, pero ahora sí acudirá a «Lux». Otro reciente «chocante» hallazgo fue «unas huellitas» que localizaron en un relieve procedente de la iglesia de San Lesmes (Burgos), «que luego descubrimos que era una especie de marca del gremio», habitual de los artistas procedentes de Amberes.
El trabajo de estos especialistas no concluye en los talleres, ya que muchas veces se tienen que desplazar para rehabilitar las obras «in situ», sobre todo cuando se trata de retablos u otras piezas de grandes dimensiones. Además, la tarea continuará una vez inaugurada la exposición: «Es habitual que viaje un compañero los lunes, que es el día que se cierra, para comprobar el estado de conservación de las obras, la humedad que hay en el ambiente o que las luces siguen bien direccionadas para que las piezas no sufran mucho». Eso será más adelante. Hasta entonces, todavía les quedan dos semanas de intenso trabajo en San Bernardo.