Unos traficantes de tabaco apedrean a dos agentes de Aduanas en una playa de Gibraltar
Las autoridades del Peñón acusan a los funcionarios de haber violado su soberanía
El Ministerio de Asuntos Exteriores español condenó ayer la agresión que dos agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera sufrieron la noche del jueves en la playa de Levante de Gibraltar. Los funcionarios fueron apedreados mientras «intervenían en una operación de lucha contra el contrabando en territorio y aguas españolas cercanas al Peñón», según explicó el ministerio en un comunicado. Los agentes tienen «heridas graves».
Eran las cinco de la madrugada cuando uno de estos dos funcionarios –que patrullaban la zona de la playa de Levante, en aguas cercanas al Peñón– detectó una embarcación que navegaba a toda velocidad. Se trataba de una lancha de las que se utilizan para el contrabando de tabaco. El barco de Vigilancia Aduanera, con sede en Algeciras, comenzó a perseguirlo. En medio de la carrera, los motores de la lancha de los agentes dejaron de funcionar. Según informaron a ABC fuentes de Vigilancia Aduanera, cuando los agentes pisaron tierra comenzaron los problemas. En la playa había un grupo de traficantes esperando para la carga o descarga de una embarcación.
A este grupo de personas no le gustó la presencia de los dos agentes y comenzaron a increparles y a lanzarles piedras. Algunas de ellas eran de más de 20 centímetros. Los agentes se vieron obligados a reflotar la embarcación para poder huir. Pidieron ayuda a las autoridades del Peñón para poder salir de allí y fueron ellas las que se interpusieron entre el grupo de personas y los agentes españoles. Así ganaron algo de tiempo y, aunque no paraban de recibir pedradas, volvieron al mar y se marcharon remando.
El Gobierno de Gibraltar calificó ayer de «violación muy grave» de su soberanía y jurisdicción la entrada de estos dos agentes españoles. Afirman que se encontraban interviniendo en una operación contra el contrabando de tabaco, lo que «constituiría una infracción muy grave de la ley», en el caso de «confirmarse que los funcionarios españoles dispararon sus armas en Gibraltar». Tachan esta acción de «imprudente y peligrosa» en una zona «de alta densidad de población civil, dada la proximidad de una urbanización residencial».
El Gobierno de España «rechaza tajantemente los términos» de esta declaración emitida «por representantes del Gobierno británico sobre el incidente, así como las pretensiones sobre una supuesta soberanía británica sobre el territorio y aguas de Gibraltar». «Esta declaración resulta especialmente incomprensible en el momento en el que España ha puesto sobre la mesa un acuerdo para crear una zona de prosperidad compartida», añaden desde Exteriores. Exigen, además, «medidas eficaces de lucha contra el contrabando que perjudica a toda la zona y desea a los agentes españoles sus deseos de pronta recuperación».