Will Still, el entrenador de moda que se forjó en los videojuegos
El belga, de 30 años, se obsesionó en su juventud con un simulador de fútbol, donde aprendió cómo dirigir un equipo. Ahora entrena al club que sorprende en la liga de Francia
El pasado 13 de octubre, el Stade de Reims, uno de los equipos más emblemáticos de Francia, campeón de la liga gala en seis ocasiones, decidió destituir al técnico español Óscar García por los malos resultados que arrastraba el conjunto desde el comienzo de temporada. Era decimoquinto, tras sumar solo ocho puntos, y rozaba las posiciones de descenso. Por sorpresa, la directiva del equipo nombró como sustituto del exjugador del Barcelona a su asistente, el belga de 30 años Will Still, sin licencia de entrenador y con una experiencia casi nula en el fútbol de élite. Tras doce partidos bajo su mando, el conjunto permanece invicto, ha ascendido hasta la decimoprimera posición de la Ligue 1 y ya acumula varias de las mejores estadísticas históricas de la competición. Incluso consiguió el pasado 29 de enero rascar un empate (1-1) ante el todopoderoso PSG de Messi, Mbappé y Neymar con un gol en el descuento. El secreto de Still, por sorprendente que parezca, se encuentra en los videojuegos.
Como ha relatado el propio entrenador, durante su juventud se obsesionó con el ‘Football Manager’, un videojuego en el que el usuario se convierte en preparador y descubre cómo es el día a día de un equipo profesional. «Jugaba a todas horas junto a mi hermano. Nunca hubiera pensado que el juego hubiera podido influir en mi carrera en la vida real, pero está claro que lo ha hecho.
Encendió mi pasión por entrenar», comenta Still, quien, tras entender que nunca triunfaría como jugador, decidió que los banquillos eran su mejor opción para adentrarse en el mundo del fútbol.
No lo tuvo fácil en cualquier caso. Tras los cientos de horas gastadas frente a una pantalla, Still solo tenía ojos para el banquillo, pero su inexperiencia y juventud hacían desconfiar a todos los equipos a los que el belga llamaba. «Recibí un no tras otro. Me cerraban la puerta en la cara», explicaba Still en una entrevista al medio deportivo ‘Coaches Voice’. Tras las múltiples negativas, comenzó la casa por los cimientos.
Su primer trabajo en el mundillo lo consiguió con 21 años en el Sint-Truidense, un equipo de media tabla en la liga belga en el que analizaba datos de los rivales. Pese a no estar remunerado, le abrió la puerta del resto de su carrera. Pasó por otros escudos belgas, ya como segundo entrenador, para en 2017 asumir su primer cargo de técnico jefe en el Lierse, en la segunda división. Nada más hacerse con el timón del club, que era penúltimo, encadenó siete victorias. «Tenía 24 años y estaba muerto de miedo..., pero lo hicimos muy bien». Aquella actuación y su posterior desempeño en el Germinal Beerschot (primera belga) llamaron la atención de García, quien se lo llevó al Reims, donde ahora está haciendo historia.
A pesar de que sus números en Francia son de escándalo, el equipo tiene que pagar una multa de 25.000 euros cada vez que Still se sienta en el banquillo, ya que no cuenta con la licencia FIFA Pro A, la exigida para entrenar en los conjuntos de primer nivel en Europa. Sin embargo, poco importa, pues la dirección está encantada con el nuevo niño de oro del fútbol europeo, el técnico más joven de las grandes cinco ligas y poseedor de una historia como no hay dos en el continente.
Sin licencia El Reims paga una multa de 25.000 euros cada vez que Smith entrena, ya que no tiene los permisos exigidos