Cruz Roja redobla su acción contra la «soledad» en los pueblos pequeños
▶ Crece la atención en las emergencias un 85% por los incendios forestales de 2022
Desde hace más de treinta años 653 municipios de Castilla y León tienen menos de 100 habitantes. Atender a las personas, casi siempre mayores, que han permanecido en esos lugares y evitar una «soledad» que puede más tarde desencadenar en «depresión» es uno de los retos de Cruz Roja de cara a este año. Allí y en otras localidades en situación de despoblación multiplicará sus acciones la organización humanitaria, que ha dispuesto para este apartado 1,1 millones de fondos propios. Se trata de acompañar a los habitantes de estos pequeños municipios y de darles, en la medida de lo posible, opciones de socialización, aseguró ayer el presidente de Cruz Roja en Castilla y León, José Varela. «Haremos todo lo que podamos porque nos preocupa mucho la soledad no deseada», expresó el responsable de la organización durante la presentación del balance de actividades del pasado año.
Un ejercicio «complejo», destacó, que se vio marcado por la guerra de Ucrania, el alza de los precios, una pandemia en retroceso y fenómenos climatológicos «adversos desconocidos hasta ahora». Situaciones «sobrevenidas», en su mayoría, algunas «inéditas» que han puesto «a prueba» a la organización, como fue el caso de los incendios forestales registrados el pasado verano. Unos virulentos fuegos que arrasaron miles de hectáreas, obligaron a desalojar pueblos e hicieron que la atención que presta Cruz Roja en emergencias se disparase un 85 por ciento respecto a 2021. Se encargaron de las evacuaciones, sobre todo de los mayores con problemas de movilidad, y de un importante «apoyo psicosocial» en un momento en el que estas personas «no sabían si iban a perder su casa».
«No nos habíamos enfrentado a algo así», explicaba la coordinadora autonómica de la entidad, Eva Fernández, que destacó el «esfuerzo» y el «trabajo» de los voluntarios en esos días .
En general, Cruz Roja Castilla y León atendió a 130.475 personas, unas 3.000 menos que en el periodo anterior debido, fundamentalmente, al retroceso de la pandemia. A estas hay que sumar otras casi 70.000 que participaron en actividades de sensibilización y presenciales. Importante fue la respuesta en el área de atención a refugiados, con un 131 por ciento de incremento que responde a la llegada de personas que huían de la guerra de Ucrania. Hasta la organización acudieron 1.554 personas, de las que 700 continúan a día de hoy en la región. Los mayores son el colectivo más beneficiado por la acción de Cruz Roja -suponen un 27 por ciento-, seguidos de quienes están en extrema vulnerabilidad, que suponen un 19 por ciento sobre el total, pero con un descenso importante respecto al año anterior (24 por ciento).
Los beneficiarios fueron 130.475 personas, unas 3.000 menos debido al retroceso de la pandemia de coronavirus